La Diana dins les festes de Moros i Cristians

És ben evident, i no vaig a entrar a descriure-la ara, l’enorme i perdurable influència del mon militar dins les representacions festives dels Moros i Cristians. Són innumerables els elements de les festes que provenen d’aquest àmbit i sense cap dubte, un d’aquestos elements és l’acte de la Diana.

Tots coneixem el toc de diana (amb la popular tonadeta del Quinto Levanta). Aquest toc, que es fa a trenc d’alba, i que serveix per despertar els soldats a les places, campaments militars o a bord de les embarcacions de guerra, és una resta del paganisme, una reminiscència del culte religiós que tributaven els romans en les seus campaments a l’apuntar el dia a la seva deessa Diana, el nom de la qual conserva encara aquest toc. Per eixò, l’acte de la Diana es celebra sempre (o quasi sempre) a primera hora del matí i generalment durant el primer o segon dia de les festes (al menys la Primera Diana o Diana de Gala com s’anomena en moltes localitats, quan en celebren más d’una). Amb la Diana es simbolitza eixe despertar de les tropes, dels dos bàndols, per encaminar-se cap a la batalla. No és casualitat per tant, que en aquest acte, els participants visten les seues millors gales (traje oficial al complet en pràcticament tots els pobles on es celebra).

Però a més, com també ocorre en molts aspectes de les festes de moros i cristians, l’acte té una vessant religiosa, al menys en aquelles localitats que més temps fa que representen la Diana. En la seva part religiosa el toc de Diana de les legions romanes és pot comparar amb el toc de Oracions, Ave María o Salutació Angèlica que fan al matí les tropes militars després de la Diana. Per eixò, com deia, en moltes localitats, la Diana va precedida d’un toc d’alba de campanes i l’Àngelus.

Es comú, vore en llocs com Alcoi, Banyeres, Ontinyent, Villena, Sax, Caudete, Cocentaina, Muro d’Alcoi i molts altres, com des de les 6 de la matinada les places o carrers des d’on arranca i per on trascorre la Diana, estan repletes d’un públic que emocionat i fidel, aguarda escoltant els compassos dels pasdobles dianers (la tradició d’aquest acte ha fet que inclús s’haja creat una modalitat musical pròpia dins el gènere de la música festera), fins el moment que al fort de la música, el cabo (arrancar la diana en alguns llocs és quasi com tindre un càrrec fester) alça l’arma en busca d’aplaudiments. La veritat és que soles imaginar l’escena, per als que l’hem viscuda, ens fa esborronar-nos.

Sense cap dubte, per a qui no ha vist mai aquest acte, li pot resultar difícil d’entendre com la gent, el públic vull dir, és capaç de matinar d’eixa forma per vore aquesta desfilada. Però més difícil d’entendre pot ser el fet de com un fester o festera, que en alguns casos ha dormit apenes un parell d’hores i en la majoria de les ocasions pot ser ni siquiera eixò, pot vestir-se amb el seu traje oficial i passar en qüestió de minuts del ambient més festiu i desenfadat (el més corrent és que eixa mateixa nit la festa haja sigut llarga) a la serietat i respecte que l’acte i sobre tot, el públic assistent és mereixen.

Doncs, per entendre-ho es precís conéixer-ho. Si qualsevol entitat vol sumar aquest meravellós acte al seu calendari fester, és precís saber i vore com ho fan on porten fent-ho des de fa dècades i en ocasions segles. Després, ja cadascú li donarà la seua empremta, el seu caràcter i les seues particularitats, però si eixim al carrer a representar alguna cosa, devem saber que és el que representem.

Ací vos deixe algun exemple de grans moments de Diana.

[youtube https://www.youtube.com/watch?v=c_xsax-DB3s]

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[youtube https://www.youtube.com/watch?v=wKHYuuu-Ylk]

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Funciones, fines o propósitos de la evaluación

La evaluación de políticas públicas no debe ser considerada como un fin en sí misma sino como un instrumento cuyo objetivo fundamental es la mejora de las políticas públicas y con ello de la gestión pública. Pero para ello, dependiendo de las circunstancias, se puede necesitar un tipo de información u otro y esto es lo que se debe definir al plantear una evaluación. Es decir, tener en cuenta los propósitos concretos que puede tener una evaluación facilita la toma de decisiones para emprender este tipo de proceso. Para establecer las funciones, fines o propósitos que se persiguen con la práctica de la evaluación se puede partir de las premisas que el UNEG de la ONU (2005) establece a este respecto en sus Normas de evaluación:

“Los propósitos de la evaluación incluyen comprender por qué y en qué medida se logran resultados intencionales y no intencionales, así como su impacto sobre las partes interesadas. (…). La evaluación contribuye asimismo, de manera significativa, a desarrollar conocimientos y al aprendizaje institucional. La evaluación es un agente del cambio importante que tiene una función esencial y creíble en apoyar la rendición de cuentas. (…) La evaluación alimenta los procesos de gestión y toma de decisiones y realiza una contribución fundamental a la gestión por resultados. (…) Su objetivo es mejorar la relevancia institucional y el logro de resultados, optimizando el uso de los recursos, ofreciendo satisfacción al cliente y maximizando el impacto de la contribución del sistema (…) Aunque la evaluación se utiliza para evaluar intervenciones, debería proveer valor agregado para que los procesos orientados a decisiones contribuyan a mejorar las actividades, proyectos, programas, estrategias y políticas presentes y futuros. Por consiguiente, la evaluación contribuye a la formulación de políticas institucionales, a la efectividad del desarrollo y a la efectividad organizacional”.

Tradicionalmente se han considerado tres funciones básicas o principales de la práctica de la evaluación de políticas públicas, establecidas por Stufflebeam y Shinkfield (1989, citados por, Bustelo Ruesta 2003) y que se ven reflejadas en la anterior cita. Estas tres funciones, tal cual fueron enunciadas son: improvement (perfeccionamiento o mejora), accountability (rendición de cuentas o responsabilidad) y enlightenment (ejemplificación o iluminación para acciones futuras). Esta lista de funciones básicas de la evaluación se ha ido ampliando con nuevas aportaciones de autores que plantean otros propósitos o fines perseguidos por la evaluación, aunque en muchos casos se puedan englobar en alguna de las tres citadas. De cualquier forma, a continuación se enumeran las principales funciones de la evaluación y una breve descripción, partiendo de las tres básicas o principales.

Improvement

  • Perfeccionamiento, mejora del programa o política. Permite la retroalimentación y el aprendizaje sobre la propia práctica y garantiza la calidad del programa. Refuerza la atención en el contexto del programa, las necesidades y naturaleza de los destinatarios y de todos los agentes críticos (Baixauli Cubells 2014).
  • Ayudar a tomar una decisión. Hay evaluaciones que tienen una función instrumental muy directa: se trata de dar información relevante a una persona o unidad que debe tomar una decisión determinada. Ya sea expandir un programa o recortarlo, reformarlo o dejarlo como está, introducir modificaciones correctivas en la implementación o seleccionar una versión de entre las varias con que se está implementando un programa o con componentes diferentes (Blasco, Subirats 2009).
  • Utilizar la evaluación como instrumento de gestión. La gestión de políticas públicas a menudo debe lidiar con la carencia de evidencias sistemáticas sobre el funcionamiento y el rendimiento de los programas, lo cual dificulta la detección, la enmienda y la prevención de errores, y también la tarea de identificar, motivar y recompensar los éxitos. En este sentido, la evaluación se puede emplear como parte de un instrumento de gestión, con posibles aplicaciones que pasamos a exponer (Blasco, Subirats 2009).

Accountability

  • Rendición de cuentas, responsabilidad sobre la gestión y resultados de un programa o política. La rendición de cuentas debe formar parte indiscutible del sistema democrático y debe darse a varios niveles, incluyendo de forma especial a la ciudadanía: el/la ciudadano/a tiene derecho a saber no sólo en qué se están empleando los fondos públicos sino también con qué grado de idoneidad, eficacia y eficiencia se están asignando, gestionando y empleando dichos fondos (Bustelo Ruesta 2003).
  • Promover el uso racional de los recursos. Tomando como premisa que la evaluación no puede sustituir a la decisión política, sí puede aportar evidencias y análisis que aumenten la eficacia de la acción pública. Se aspira a reforzar la consistencia en la toma de decisiones, favoreciendo una mejor asignación de recursos y un mejor servicio, y en último término, una mayor productividad y competitividad de la economía así como mejoras en el bienestar (Pérez-Durántez Bayona 2008).
  • Evaluación como generadora de información. La evaluación es una herramienta útil para satisfacer las exigencias de información y transparencia de cuantos actores participan en el proceso socioeconómico. Debe dar respuesta a las necesidades informativas: del poder legislativo y de la Administración, de los centros gestores de las actuaciones del programa y de la población en general (Osuna et al. 2000).
  • Control administrativo, de legalidad y financiero. La práctica del control se ha tratado en entradas anteriores como algo diferente de la evaluación, pero como también se ha comentado, en ocasiones puede estar integrada dentro de la propia evaluación.
  • Implementación de un requerimiento formal. Determinadas evaluaciones dan cumplimiento a condiciones de una subvención o de la normativa que regula el programa o la política pública. Estas evaluaciones, que podríamos denominar forzadas, corren un riesgo alto de irrelevancia, a no ser que la audiencia a quien van dirigidas (otras administraciones, órganos supervisores o legisladores) ejerzan activamente su función de control, o bien el promotor tiene la capacidad de conectarlas a las preocupaciones de gestores y decisores y aproveche la oportunidad para generar información con potencial adecuado de utilización (Blasco, Subirats 2009).

Enlightenment

  • Ejemplificación, iluminación para acciones futuras. La evaluación contribuye a construir conocimiento desde los aportes teóricos, técnicos y metodológicos y orienta sobre un modo de afrontar los problemas sociales. Las evaluaciones arrojan una información sistemática que contribuye al “acervo científico”, no sólo de ese programa, servicio, o política concreta sino también del abordaje general de determinados problemas públicos (Bustelo Ruesta 2003).
  • Contribuir al aprendizaje de la organización. La información y las recomendaciones de la evaluación a menudo no se utilizan inmediatamente. Hasta que se abre una oportunidad para el cambio, el aprendizaje acumulado en la organización permite gradualmente orientar adecuadamente las decisiones. En este caso, el propósito de la evaluación es la introducción de conceptos nuevos y alternativas nuevas, la comprobación de la veracidad de determinadas intuiciones y la detección de evidencias contra-intuitivas (Blasco, Subirats 2009).
  • Técnica de reforma y modernización de las prácticas de la Administración. La evaluación debe proporcionar las herramientas necesarias para continuar el proceso de reforma y modernización de la Administración hacia una gestión más eficaz y eficiente en una sociedad democrática que exige transparencia en la gestión de los recursos públicos, sobre todo en un contexto de descentralización político-administrativo como el actual (Osuna et al. 2000).
  • Conocimiento básico sobre las políticas públicas. Hay evaluaciones, especialmente las que son promovidas por instituciones académicas, que tienen el propósito de entender mejor el tipo de programa o el contexto que mejor funciona para cambiar las condiciones sociales. Esto les permite construir y contrastar teorías en diferentes ámbitos de las políticas públicas, las cuales, de forma indirecta, pueden contribuir a mejorar el diseño de programas (Blasco, Subirats 2009).
  • Medio para la formación de los implicados en el programa. La evaluación debe ser entendida como un proceso de aprendizaje o formación; un instrumento para mejorar el conocimiento de los implicados en sus propios programas. Los responsables de estos aprenden a administrarlos, gestionarlos y adaptarlos a las necesidades del momento y del contexto, que se modifica constantemente (Osuna et al. 2000).

International Congress «Evaluation and Accountability for Democratic Transparency» / Congreso Internacional «Evaluación y Rendición de Cuentas para la Transparencia Democrática»

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The Spanish Society for Public Policy Evaluation SEE conducted between 11 and June 12 in Seville, Spain, the International Congress «Evaluation and Accountability for Democratic Transparency».

The Congress, which coincides with the IX International Biennial Conference of the SEE, which will have significant international presence, has opened the period for submission of papers until June 1. Here you have all the information.

La Sociedad Española de Evaluación de Políticas Públicas SEE realizará, entre el 11 y 12 de junio, en Sevilla, España, el Congreso Internacional «Evaluación y Rendición de Cuentas para la Transparencia Democrática».

El Congreso, que coincide con la IX Conferencia Bienal Internacional de la SEE, que contará con importantes presencias internacionales, tiene abierto el período de presentación de ponencias hasta el 1 de junio. Aquí está disponible toda la información.