A vueltas con la pólvora negra… (I)

Desde hace unos meses, se está viviendo una situación muy preocupante (y desconcertante) en torno a uno de los elementos esenciales de las fiestas de moros y cristianos españolas: la pólvora negra de arcabuz. En los últimos dos años hemos visto como en la Comunidad Valenciana se ponía fin a la moratoria que permitía alquilar trabucos únicamente con el permiso de conducir, recuperando la obligatoriedad (por otro lado, lógica) de disponer de la correspondiente licencia de armas; y como a nivel estatal, se aprobaba un Reglamento de Explosivos cuya Instrucción Técnica Complementaria nº 26 regula el suministro, transporte, almacenaje y uso de pólvora negra para actos de arcabucería a través de un farragoso y complejo procedimiento, respecto de cuya interpretación ni siquiera las autoridades competentes se ponen de acuerdo. Pues bien, desde mayo hemos asistido también, atónitos, a como varias poblaciones de la geografía festera morocristiana han tenido que suspender sus actos de arcabucería (algunos de ellos más que centenarios) ante la falta de suministro de pólvora negra o ante el suministro de pólvora no específica para ese uso.

En España solo existe una empresa autorizada para suministrar pólvora negra de arcabuz, empresa que además controla muchos de los depósitos de explosivos autorizados para su almacenaje y que, para más inri, casi monopoliza su producción a nivel europeo. Se trata de una gran multinacional de origen español que opera en diversas áreas relacionadas con el sector de los explosivos y que, por tanto, pueden suponer ustedes, es una corporación con bastante poder e influencias en los más altos niveles de dirección. Esta empresa se autoabastece, es decir, la pólvora que suministra es la misma que produce de forma centralizada en una factoría situada en el centro de Europa. A principios de mayo de este año la empresa anuncia repentinamente, que no podía servir los pedidos realizados por ciertas poblaciones festeras del norte de la provincia de Alicante, justo cuando pocos días antes había servido varios miles de Kg. de pólvora en otra localidad de la zona. Tal vez, y solo suponiendo que la empresa era conocedora de cuáles son sus existencias de pólvora y cuales los pedidos pendientes, esta situación se hubiera podido gestionar de otro modo. Pero se decidió servir un último pedido completo y dejar a otras localidades sin pólvora. Bueno, poco más que decir, esa es una decisión empresarial (o tal vez no), nos guste más o menos.

Lo surrealista empieza a producirse a partir de aquí. Los corrillos festeros, la prensa e incluso ciertas instituciones festeras supralocales, anuncian que el problema era la retirada de una partida de pólvora defectuosa. Tal vez hubiera una partida de pólvora defectuosa, no lo sé, pero lo que sí sabemos ahora (y algunos ya sabíamos entonces) es que el verdadero problema era de producción, venía de largo y estaba provocado por la centralización de la misma que desde hace años ha realizado la empresa. Lógicamente aquella situación creó cierta preocupación en el mundo festero, pues a partir de esa fecha son muchas las poblaciones que celebran sus tradicionales actos de arcabucería. Tras diversos comunicados, publicaciones (algunas contradictorias), reuniones entre autoridades políticas, civiles, festeras… pero sobre todo poca información clara y concisa, se anuncia que la empresa va a transportar varios miles de kg. de pólvora desde alguno de sus depósitos del norte de España, hasta el que controla en la zona afectada, para poder atender con garantías todos los pedidos pendientes. Bueno, el mundo festero respira tranquilo y aliviado pues parece que la cuestión se ha solventado. Pero, algunos seguíamos siendo escépticos, dado que el problema de producción seguía sin resolverse.

La siguiente sorpresa es que a la llegada de la “nueva” pólvora descubrimos con sorpresa que se empieza a suministrar en envases a granel de unos 20 o 25 kg. Parece que, dada la situación, a las autoridades, uno de los puntos principales de la ITC 26, la trazabilidad de la pólvora ya no les importa tanto. Sí, es cierto que, aunque con envases de 20 kg, se puede seguir controlando esta trazabilidad, pero es obvio que los responsables finales de la ITC 26 pensaban en los tradicionales envases de 1 kg cuando redactaron la versión definitiva de la norma. No sé, imaginemos que de repente un concesionario matriculara 20 coches del mismo modelo, con el mismo número de matrícula. ¿Quién debería asumir el pago de una infracción por superar el límite de velocidad captada por un radar?

En fin…que la pólvora a granel se empezó a utilizar sin mayor problema hasta que, a principios de julio, en una localidad del sur de Alicante se percatan de que se trata de una pólvora diferente a la habitual, con un grano más grueso, y ante las dudas de seguridad que plantea su uso, decide suspender el reparto. De nuevo, incertidumbre, indecisión, reuniones, la prensa malinformando, más poblaciones que suspenden actos y sobre todo, poca, muy poca información (y a veces contradictoria) por parte de quienes pueden y deben ofrecerla. Al fin y al cabo, en muchas ocasiones, lo único que se exige (y lo que más certidumbre aporta) a ciertas instituciones, es información veraz.

Con el clima de crispación creado, la empresa suspende el suministro de la pólvora “conflictiva” y vuelve a dejar en el aire la celebración de numerosos actos de arcabucería. Entretanto, algunos conocemos la noticia de que los problemas de producción de la empresa parece que se empiezan a solucionar lentamente, tan lentamente que es complicado que puedan aliviar la situación de incertidumbre existente. Pero de nuevo empiezan a surgir informaciones en los corrillos festeros, que si la pólvora retirada era tan segura como la habitual, que si se están buscando productores alternativos, que si…que si… Hasta que de pronto se obra el milagro y se anuncia que a finales del mes de julio habrá de nuevo pólvora negra de arcabuz. Pero… ¿a qué precio? Surgen las lógicas dudas al respecto, cuando de pronto se anuncia un precio que provoca un malestar tremendo entre quienes pensaban que la capacidad de fijar ese precio estaba en sus manos. Pues no, el precio lo fija la empresa y, por mucho que nos pese, la ley de la oferta y la demanda, que en una situación de cuasi monopolio se adapta a la voluntad de la misma. Además, la ocasión la pintan calva…

Y llegamos a hoy. Lógicamente, el precio en que ha quedado el kg de pólvora tras todas estas vicisitudes no nos gusta. A nadie. Una subida de casi el 50% es una barbaridad para cualquier producto y en cualquier mercado. Es una sensación general la de que es necesario hacer algo ante ello, de forma urgente, sin esperar a más reuniones con estos o con aquellos, y saliendo a la calle a decirlo en voz alta, porque el futuro de nuestros actos de arcabucería está en juego. Pues bien, ciertas poblaciones festeras no han querido esperar y se han lanzado a ello. Y lo han hecho dando la posibilidad a todo el mundo festero morocrsitiano a participar de la iniciativa. A todo. Pero parece que todavía algunas partes implicadas que no lo ven claro. Hay instituciones que cobran sentido cuando defienden los intereses de sus asociados y esta es una ocasión magnífica para hacerlo de forma clara y decidida, para luchar todos juntos y de paso reunificar colectivos que nunca deberían haberse separado.

Pero para ello hay que aceptar que, de haberlo, el éxito es de todos, no solo de unos cuantos.

#vuelvaustedmañana o la administración pública «vintage»

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Leo en la tan sufrida Wikipedia que el concepto vintage es «una manifestación de la cultura posmoderna, fruto de la pérdida de fe en el progreso y el desencanto del motor de la innovación propia de la modernidad. De esta forma, en lugar de mirar al futuro, se recurre con nostalgia a elementos de eras pasadas pero carentes de significado original.» (Por favor, mantengan en la memoria esta definición)

Lo cierto es que cada vez se extiende más el uso del término vintage. Se utiliza para referirnos a instrumentos musicales, automóviles, libros, fotografías, y, más recientemente, prendas o accesorios de vestir, además de videoconsolas y videojuegos. Pues bien, esta mañana, mi mujer y yo hemos descubierto que también existe una administración pública vintage.

Sí, aunque suene raro, existe. Me explico.

Hace unos días, desde una de las administraciones más modernizadas que existe en nuestro país, la tributaria (esto es cierto; nuestra amada Hacienda pone a disposición del contribuyente las más avanzadas herramientas, para que pueda cumplir lo más puntual, cómoda y rápidamente posible con sus obligaciones para con las arcas públicas), me pidieron amablemente un certificado que debía expedirme otra, menos digitalizada pero también muy querida, administración (no diré cuál para no herir sensibilidades… si las hubiere). El motivo por el que desde la administración tributaria me solicitan el citado documento lo voy a obviar, puesto que ese tema da para otra entrada en el blog.

Bien, no nos dispersemos. A pesar de los ímprobos esfuerzos que las administraciones públicas están realizando por aplicar las diferentes leyes sobre administración electrónica, existen todavía procedimientos que por su singularidad quedan fuera, de momento, de las vías digitales, al menos en su iniciación. Por ello, tuvimos, mi mujer y yo, que realizar una primera visita a la unidad administrativa implicada en la expedición de mi anhelado certificado, para saber de qué forma debíamos proceder. Unas indicaciones claras y concisas nos disiparon todas las dudas y tras recopilar la documentación que se nos pidió, muy cómodamente la remitimos por vía electrónica, la misma vía por la cual, hace un par de días, nos confirmaron que podíamos pasar hoy por la mañana a recoger el documento.

Esta fue mi primera sorpresa, pues entiendo que en el marco de gestión administrativa actual, bien podrían haber aprovechado el propio correo electrónico para remitirme el certificado. Pero, bueno, como en cierto modo yo también soy un poco nostálgico, he querido recordar aquella maravillosa época de ir a “hacer papeles”, en que la aventura empezaba con la búsqueda de un lugar para aparcar, continuaba con esperas eternas en colas interminables y acababa sólo Dios sabía cómo y cuándo.

Y atención que ahora viene lo mejor de la historia, la prueba de que existe la administración pública vintage.

Al llegar, se nos ha comunicado que el certificado no estaba listo. ¡Vaya por Dios! ¡Claro, normal! – he pensado – ¿Qué podíamos esperar presentándonos aquí por sorpresa?… ¡Ah, no! Que hemos venido porque nos avisaron…

Entonces he comprendido lo que ocurría y he empezado a sentirme inmerso en un viaje en el tiempo; asistía a una recreación de la vieja (rancia, diría yo) administración pública burocrática weberiana. Se había obviado la posibilidad de usar el correo electrónico, o incluso del teléfono (inventos endemoniados), para avisarnos de que no pasáramos a recoger el mismo documento del que un par de días antes, nos habían dado confirmación de su disponibilidad. ¡Genial!, ¿no les parece?

Pero el nivel de la representación ha subido sensiblemente cuando hemos sabido el motivo por el que no estaba listo el documento: falta la firma del responsable de turno que no estará en todo el día, ¡sí señor, un clásico! (para qué pasar a firma el documento antes de avisar al interesado… y además… ¡menuda chorrada lo de las firmas electrónicas!).

Y cuando ya me encontraba en pleno s. XIX… el clímax: nos avisan de que podremos pasar el lunes a recoger el certificado y de esta forma firmar el “recibí”, ¡sublime, espectacular, insuperable! Sobran las palabras, ¡firmar el “recibí”!, ¡qué maravilla!, ¡al carajo con las notificaciones electrónicas y las confirmaciones de recepción y lectura…!

En pleno s. XXI y tras «nosecuantas» leyes y normativa varia sobre administración electrónica, todavía existen héroes anónimos que intentan salvaguardar la gran tradición funcionarial española del “vuelva usted mañana”, o mejor dicho en nuestros días, el #vuelvaustedmañana.

Si como decía al principio, lo vintage es “recurrir a elementos del pasado carentes de significado en la actualidad en lugar de mirar hacia el futuro”, mientras haya “funcionarios nostálgicos” la administración pública española se mantendrá anclada en los tiempos de Mariano José de Larra. Y esto es una verdadera lástima, teniendo en cuenta los recursos que se emplean en la llamada modernización administrativa, que más que modernización es una simple adecuación a la realidad social en que vivimos.

Modernizar sería conseguir una administración capaz de anticiparse a las necesidades de la ciudadanía y esa…es otra historia.

El injustificado debate sobre los trabucos en las fiestas de Moros y Cristianos

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La situación legal

A colación de la reciente circular informativa emitida por la Delegación de Gobierno de la Comunidad Valenciana acerca de la obligatoriedad de la obtención de la correspondiente licencia para el uso de armas de avancarga en lugares públicos, únicamente con pólvora negra y con motivo de festejos tradicionales, se ha generado, a mi juicio, un injustificado, interesado y sobre todo innecesario debate, que ha producido confusión y malestar entre muchos festeros.

La situación legal en la que nos encontramos respecto del uso de armas de avancarga es la siguiente:

  • En primer lugar, la normativa que se va aplicar a partir del 1 de enero del 2017 no es ni mucho menos una novedad. El Reglamento de Armas en vigor y en cuyo articulado se autoriza la utilización de armas de avancarga únicamente con pólvora negra y con motivo de festejos tradicionales, fue aprobado por Real Decreto en el año 1993 y desde entonces, según establece este Reglamento, es obligatoria la obtención de la licencia de armas correspondiente (concretamente, la del tipo AE), para la utilización de las armas de avancarga ya sea en régimen de propiedad o de alquiler de las mismas.
  • En marzo de 1999, la Delegación de Gobierno de la Comunidad Valenciana publicó una resolución de carácter temporal (tenía una vigencia original de un año) por la cual, se permitía que las personas que utilizaran un arma de avancarga en régimen de alquiler (a través de una cesión temporal de las mismas) pudieran hacerlo aportando un certificado de aptitudes psicofísicas o el carnet de conducir en lugar de la licencia de armas. Como he comentado, esta Resolución tenía carácter temporal (un año) y era prorrogable si la Delegación de Gobierno lo consideraba oportuno en períodos de la misma duración. De hecho, se ha venido prorrogando anualmente hasta que dejará de tener vigencia el próximo 31 de diciembre del 2016.
  • Tenemos por tanto que:
    • La normativa en materia de uso y posesión de armas (el Reglamento de Armas) es la misma desde hace 23 años y afecta a todo el territorio nacional.
    • Los festeros con armas en propiedad, que en muchas localidades con gran tradición festera son la mayoría, siempre han estado obligados a disponer de la correspondiente licencia de armas.
    • Los festeros de la Comunidad Valenciana han disfrutado durante los últimos años de la moratoria legal que permitía alquilar armas de avancarga presentado el carnet de conducir. Cabe tener en cuenta que en otras comunidades como Castilla La Mancha o Cataluña que también cuentan con poblaciones con una gran tradición en el uso de estas armas en festejos tradicionales y con grandes colectivos de usuarios, no se disfrutaba de esta moratoria dictada por la Delegación de Gobierno de la Comunidad Valenciana.

En este sentido, vaya por delante, que yo soy participante activo de los actos de arcabucería que se organizan en mi localidad, que no dispongo de arma de avancarga en propiedad, no tengo licencia para este tipo de armas y que a la vista de la actual situación, estoy entre el grupo de los “afectados”. Grupo de “afectados” que a la vista de lo comentado, no somos ni mucho menos mayoría en el conjunto del panorama nacional.

Una situación absurda

Sentadas estas premisas, imagínense la siguiente situación:

“Una persona entra en una agencia de alquiler de automóviles, con el ánimo de alquilar un utilitario para desplazarse desde la ciudad, a una pequeña localidad cercana con la que no existe conexión a través de transporte público.

El encargado del establecimiento inicia los trámites para formalizar el alquiler del vehículo y en un momento dado le solicita al cliente su permiso de conducir. En este punto, el cliente le responde que no dispone de tal permiso pero que sí tiene una licencia de armas determinada que le permite acreditar que ha superado un reconocimiento de aptitudes psicofísicas que consecuentemente, según él, le capacita para poder conducir un coche.

Ante esta argumentación, como es lógico, el encargado de la agencia le explica al cliente que sin permiso de conducir no puede alquilar el vehículo, por mucho que haya superado un reconocimiento para una licencia de armas. El cliente, visiblemente airado, le responde que porque tiene que sacarse el permiso de conducción si únicamente conduce vehículos de forma muy esporádica y no dispone de coche en propiedad. Insiste en el hecho de que únicamente va a utilizar el coche para un viaje de corto recorrido y que además conoce a la perfección el código de circulación y que es una persona muy prudente.

El encargado de la agencia zanja la discusión explicándole que a pesar de todos estos argumentos, la normativa es clara y una persona que no posea el permiso de conducir adecuado y en vigor, no puede alquilar un vehículo.”

¿No les parece que el cliente que buscaba alquilar un coche sin permiso de conducir y con un permiso de armas ha provocado una situación absurda? Pues ahora denle la vuelta a la historia y piensen en alguien que alquila un arma de avancarga con un permiso de conducir. Pues sí, desde el año 1999, los Moros y Cristianos de la Comunidad Valenciana hemos estado viviendo esta situación un tanto absurda, gracias a la normativa provisional y temporal comentada con anterioridad. Una situación absurda y también injusta que rompía el principio de igualdad para con otros colectivos de usuarios de armas, no sólo de avancarga sino de otros tipos, que a pesar de usarlas para actividades también muy puntuales y específicas, sí debían disponer del correspondiente permiso de armas.

El uso de armas de fuego y, en el caso del ejemplo descrito, la conducción de ciertos vehículos a motor, son actividades totalmente reguladas y que las personas pueden realizar pero siempre sujetas a la obtención de una licencia, aunque se realicen de forma puntual o esporádica. A pesar de que, como he comentado, desde el año 1999 hayamos estado viviendo en un cierto “limbo” legal, en cualquier momento podía y, a mi entender, debía llegar la normalización de la situación, y ese momento ha sido ahora.

A nadie se le escapa que, por ejemplo, para poder manipular alimentos, en determinadas circunstancias, una persona deba tener el correspondiente carnet, sin que ello le haga más capaz que otra persona que no lo tenga. Simplemente con ello se tiene la autorización para poder realizar la actividad de forma legal y se supone que la persona ha demostrado tener las aptitudes necesarias para ello. Pues con las armas sucede algo similar. El permiso de armas, en sus diferentes tipos, no garantiza que en última instancia el usuario del arma vaya a hacer un mejor uso de la misma, pero otorga la capacidad legal para hacerlo, a través de un procedimiento específicamente diseñado para regular esta actividad (y no, por ejemplo, la de conducción de vehículos para la que el procedimiento, requisitos y organismos reguladores son totalmente diferentes).

Otra cosa es que la medida nos guste más o menos y cuáles son los efectos que puede tener esta nueva situación en nuestra fiesta. En el corto plazo, nuestros actos de arcabucería se verán seguramente perjudicados al menguar la participación de festeros en los mismos. Pero del mismo modo estoy seguro, que en el medio plazo la situación se normalizará y aquellos festeros amantes de la pólvora, iremos progresivamente adecuando nuestra situación a las exigencias legales. En este sentido, será muy importante el papel de las Juntas de Fiestas, Federaciones locales e incluso confederaciones supralocales (entiéndase, UNDEF y/o MAFEMiC, por ejemplo) a la hora de buscar soluciones lo más económicas posibles para nuestros festeros al negociar precios especiales para los correspondientes certificados de aptitudes psicofísicas, con determinadas clínicas.

El arcabuz detonante de la UNDEF

De cualquier forma, existen posibles alternativas. Una de ellas es el arcabuz detonante que ha promovido y patentado la UNDEF y que siguiendo el ejemplo automovilístico de este post, sería como los famosos coches sin carnet de 49 c.c. Se trata de un arma de avancarga tradicional pero a la que se le han hecho las modificaciones oportunas para no poder introducirle proyectiles, con lo que supuestamente dejaría de tener la consideración de arma de fuego y no sería necesario, por tanto, disponer de licencia de armas para su uso. Y digo supuestamente, porque hasta el momento, que sepamos, sólo existe un arcabuz con estas características, el prototipo de la UNDEF, y todavía no tengo clara (llámenme escéptico) cual será la postura de las autoridades competentes ante un posible uso masivo de este tipo de armas. Sin duda alguna, la confirmación oficial por parte de las autoridades competentes de que es posible utilizar este arcabuz únicamente con el DNI y la fabricación del número suficiente de los mismos como para abastecer la demanda de armas en alquiler, sería una muy buena noticia para la fiesta de Moros y Cristianos. Esperemos que el trabajo en este sentido vaya por buen camino.

El tema económico y el problema de la pólvora

Muchas opiniones contrarias a la que yo defiendo en este artículo, esgrimen como argumento que la obligatoriedad de la tenencia del permiso de armas encarecerá la participación en los actos de arcabucería, algo de lo que no hay duda alguna. Pero teniendo en cuenta el coste que puede suponer el permiso (entre certificado de aptitudes psicofísicas y tasa administrativa) y que su vigencia es de 5 años, la medida supone unos 10-12 euros anuales como máximo, para aquellos tiradores habituales. Esto deja el coste de la participación en un acto de arcabucería, con la compra de 1 kg. de pólvora y el alquiler de un trabuco y la correspondiente cantimplora, al nivel del precio de una entrada para un concierto de un artista de renombre internacional o para un partido de futbol entre equipos de primer nivel, eventos en los que ni por asomo, somos partícipes de la misma forma que lo somos en un alardo, trabucà o batalla de arcabucería. Desde luego yo no cambio una cosa por la otra, pero al fin y al cabo, esta última reflexión es muy personal y cada uno establecerá su propia escala de prioridades.

Más allá del coste del permiso de armas, a mí personalmente, me preocupa en mayor medida el abusivo precio de la pólvora negra, que en pocos años ha visto como su precio subía más del 40% (el uso y distribución de la pólvora negra es un tema diferente al de las armas y está afectado por una normativa diferente; esta es otra historia, creo que mucho más peliaguda que la de las armas). Por otra parte, sí es cierto que la medida puede provocar que sean menos las personas que participen en los actos de forma esporádica, únicamente “por probar”, hecho que ciertamente no estoy seguro de que sea del todo negativo.

Finalmente, para cerrar la cuestión, no me parece adecuado que desde ciertas poblaciones con amplia historia festera se politice esta situación, enarbolando la bandera de la defensa de una tradición, cuando lo único que se ha hecho, a mi entender es aplicar de forma efectiva una normativa que existe desde hace muchos años y que viene a poner coherencia en la regulación de una actividad que, queramos o no, entraña un peligro importante si no se es consecuente con lo que se tiene entre las manos.

Al fin y al cabo, como suele decirse “las carga el diablo…”

Los Moros y Cristianos, un alemán y la UNDEF.

No lo he podido evitar. Aquí estoy de nuevo para hablar de Moros y Cristianos. Desde hace un par de semanas tenía pensado escribir una entrada para contar una anécdota que me ocurrió aquí, en la Universidad de Ansbach, en plena Franconia alemana (sí, aunque pueda sorprender, una anécdota relacionada con los Moros y Cristianos en estos lares), pero he ido dejando pasar los días, pues el intenso (y urgente) trabajo me impedía dedicar unos minutos a ese menester.

Pero entre ayer y hoy, dos hechos me han empujado irremediablemente a dejar por un momento las búsquedas bibliográficas y los textos académicos para escribir estas líneas, pues el desasosiego que me ha producido la primera de esas circunstancias (la ocurrida ayer), me tenía bastante inquieto. Así que aquí os dejo mis tribulaciones, por si alguien es tan insensato de perder su tiempo leyéndolas.

Si he de ser sincero, anoche estuve a punto de escribir la entrada y al final, me contuve. Pero hoy ha sido imposible hacerlo, sobre todo al recibir vía Whatsapp ciertos mensajes y fotografías desde mi querido Torrent, que han avivado la llama festera en mi interior (obviamente, este es el primer lance al que he hecho referencia).

Los recién escogidos cargos festeros para las próximas Fiestas de Moros y Cristianos de Torrent del 2016, encabezados por el capitán del bando moro y sus Califats Sarraïns, han organizado una fantástica comida (por lo que he podido percibir en las fotos) a la que han acudido un gran número de amigos. Sin duda, me hubiera gustado estar allí y todos ellos lo saben bien. Aprovecho para enviarles un fuerte abrazo.

A la vista de las fotos que me han ido llegando, no he podido dejar de pensar en uno de los aspectos fundamentales que tiene la fiesta de Moros y Cristianos, su papel socializador, cohesionador y de apuntalamiento de la colectividad. Ese colectivismo que promueve una fiesta como la nuestra, es uno de los valores fundamentales de nuestra cultura y un sustento esencial para la sociedad en general. Más allá de los aspectos históricos o culturales, de los que ya he hablado en otras ocasiones, estos aspectos sociales son esenciales para la supervivencia de la fiesta.

Un claro ejemplo del papel socializador del que hablo es la anécdota que en principio iba a motivar esta entrada. Vamos con ella y comprobaréis que al final todo está interrelacionado.

Los alemanes tienen fama de ser serios y distantes (o al menos, de serlo más que nosotros), y aunque supongo que habrá de todo, ciertamente por lo general esa es la primera impresión que causan. Pues bien, como decía al principio, hace un par de semanas, presentándome a uno de los profesores del Máster que responde a ese arquetipo y tras comentar brevemente mi experiencia profesional, me preguntó por mi afición favorita. Lógicamente, antes de decirle directamente que la actividad que ocupa prácticamente todo mi tiempo libre son los Moors and Christians (el idioma en el que me desenvuelvo es el inglés), preferí explicarle que mi afición era organizar y participar en una serie de representaciones históricas que conmemoran las batallas de la época de la Reconquista. Pensé que diciéndole directamente el nombre de nuestra fiesta no entendería de que se trata, pero me llevé una enorme sorpresa, pues cuando todavía no había acabado de hacer mi explicación, me interrumpió y con un español típicamente alemán y cambiando totalmente la expresión de su rostro con una enorme sonrisa, espetó:

– Oooooh! Jaaa, los Mourrrosss y Crrristienos!!

Podéis imaginar mi tremenda sorpresa y alegría al oírle pronunciar esas palabras. Os puedo asegurar, que desde ese momento, el tono de la conversación cambió totalmente, creándose un clima mucho más distendido y cómodo para los dos, e incluso las posturas y los rostros de ambos se relajaron convirtiendo el diálogo en una charla amigable. El profesor me explicó que conoce las fiestas de Moros y Cristianos de Alcoy y las de Llutxent, donde tiene amigos. Y precisamente destacó lo a gusto que se encuentra cuando los visita con motivo de las fiestas, por el trato que recibe, pero sobre todo por el carácter social de la fiesta (es profesor de Gestión y Comunicación Intercultural, entre otras cosas, por lo que digo yo que sabrá de lo que habla).

Con esto quiero mostrar el enorme poder que esta fiesta tiene para crear lazos entre las personas. Y una vez más, me remito a la frase de un gran amigo y festero: “la fiesta de Moros y Cristianos es la mejor manera que conozco de hacer amigos”.

Retomemos ahora la segunda de las circunstancias, la ocurrida ayer, que me ha empujado a escribir el post y enlazaré con lo comentado hasta ahora. Resulta que en la habitual revisión que suelo hacer de ciertas páginas dedicadas a la información de Moros y Cristianos, encontré un enlace a una noticia con este titular: “Los arcabuces revientan a la UNDEF. Diversas poblaciones podrían crear una asociación paralela”. Echadle un vistazo y comprenderéis de lo que hablo a continuación.

Al profundizar en la lectura del artículo, vuelvo a constatar una vez más algo que ya he comentado en otras ocasiones, la inoperancia de una entidad que vive anclada sobre no sé bien que objetivos. O más que inoperancia, pasividad o incluso apatía. Es evidente, que esta nave necesita un cambio radical de rumbo o la deriva la llevará al abismo.

Y no hablo sólo de un cambio de estatutos o de reglamento (que aunque realizado de forma efectiva, creo que ha sido una ocasión perdida para iniciar dicho cambio de rumbo), ni de un cambio de personas (siento un alto aprecio y estima por las personas a las que conozco de la actual Junta Directiva de la UNDEF y valoro su capacidad). Hablo de un cambio radical de actitud, de objetivos, de estrategia, una refundación si se quiere utilizar la expresión. En otras ocasiones he hablado de falta de ambición en la gestión de una entidad que aspira a ser “nacional” y que agrupa sólo a un porcentaje muy pequeño de las poblaciones festeras españolas; también he hablado de estrechez de miras, pues los modelos de la fiesta van mucho más allá de la tan manida “Trilogía Festera”; pero de lo que hablo ahora creo que es lo más grave de todo. La UNDEF está perdiendo su carácter social.

Mi primer contacto con la UNDEF se remonta a la entrada de Moros y Cristianos de Calpe en octubre del año 2006. Aquel día acudí a la tribuna de autoridades festeras del municipio costero alicantino representando a la Junta de Fiestas de mi localidad natal, Muro del Alcoy, de la que era Cronista de Fiestas. Desde entonces he mantenido un contacto continuado con la UNDEF, al pasar luego a ser Presidente de la citada Junta de Fiestas y más adelante Vicesecretario y también Presidente de la Federación de Moros y Cristianos de Torrent.

Durante todos estos años, en el seno de la UNDEF se ha hablado, se ha debatido, se ha discutido mucho sobre muchas cosas, pero lo cierto es que al final, los problemas más importantes que tenía la fiesta por resolver en 2006, son básicamente los mismos problemas importantes que tiene la fiesta por resolver a finales de 2015 (y no voy a entrar de nuevo a comentarlos).

En muchas ocasiones, conversando con colegas de otras poblaciones, surgía en mitad del diálogo una pregunta a la que nadie sabíamos dar una respuesta concreta: “¿Para qué sirve la UNDEF?” Al final, y tras intentar sacar aspectos positivos de nuestra pertenencia a la entidad (en temas de gestión siempre nos hemos quedado con el Convenio del Seguro que es con diferencia lo que más nos ha beneficiado a las poblaciones, y no todas), siempre llegábamos a la misma conclusión: lo más positivo y lo que más valor da a la UNDEF es el contacto entre poblaciones, los lazos creados, en definitiva la socialización y el colectivismo de los que he hablado antes. Que por otro lado, ya son aspectos muy importantes por sí mismos.

Pero es que ya ni eso. De la lectura del artículo que he citado antes, además de quedar claro el descontento de ciertas poblaciones en los temas de gestión, es evidente el desencanto existente entre dichas poblaciones. Las tres localidades con más número de festeros que tenía la UNDEF han salido de ella en los últimos años y según parece otras están pensando en hacer lo propio. Pero lo grave no es eso, lo grave es que están pensando en crear una asociación paralela, porque la UNDEF no es capaz de cubrir la necesidad primera y fundamental de las Juntas Festeras entendidas como individuos: de nuevo, la socialización, el colectivismo, la pertenencia a un grupo.

Recientemente, he dejado, por cuestiones profesionales, la presidencia de la Mancomunitat Festera de Moros i Cristians MAFEMiC, que agrupa a varias poblaciones de las comarcas del norte de la provincia de Valencia. La semilla de esta entidad es precisamente ese sentimiento de aislamiento de ciertas poblaciones pertenecientes a la UNDEF que no se sentían parte de un colectivo (algo similar a lo que ocurre en las poblaciones del artículo, aunque en este caso nunca pensamos en dejar la UNDEF). Al inicio del proyecto se le dejó bien claro a la UNDEF que MAFEMiC no era un competidor, sino un aliado. Podía ser una magnífica oportunidad para servir de puente entre la UNDEF y una enorme cantidad de poblaciones festeras jóvenes con ganas de crecer, de hacer las cosas bien. Pero siempre se nos miró con recelo y la UNDEF se ha mantenido como siempre, anclada sobre no sé bien que objetivos, esperando que sean las poblaciones quienes se acerquen a ella, cuando no ofrece ningún incentivo para que eso ocurra.

Seguramente todos los que formamos la UNDEF tenemos parte de culpa de esta situación, pero para poder revertirla, tiene que ser la propia UNDEF la que de forma definitiva leve anclas, fije un rumbo claro y sea quien se acerque a aquellos que han dejado de creer en ella. Sólo de esta forma, volverá a tener sentido.

«La regeneración del sistema. Reflexiones en torno a la calidad democrática, el buen gobierno y la lucha contra la corrupción.»

Como resultado del I Congreso Internacional sobre Calidad Democrática, Buen Gobierno y Lucha contra la Corrupción celebrado en Valencia en noviembre de 2014, la Asociación Valenciana de Politólogos AVAPOL,  ha publicado, junto con la Universidad Cardenal Herrera – CEU, el libro:

libro
Pueden descargarlo haciendo click sobre el título o la fotografía.

En esta obra se conjuga el pensamiento de catedráticos, con el de librepensadores y jóvenes en formación; las propuestas de cargos electos, con las de simples amantes de la política. Pero, en todos los casos, el objetivo, más allá de elaborar una radiografía, un simple diagnóstico de la situación, era –y creemos que se ha conseguido- la de aportar elementos para el debate y, sobre todo, propuestas de futuro.

El libro cuenta con la participación de autores de la talla de Carles Ramió Matas, Manuel Villoria Mendieta o Manuel Martínez Sospedra, con los que tengo el enorme orgullo de compartir publicación con mi trabajo «La necesidad de la evaluación de políticas públicas como herramienta de impulso a la calidad democrática».

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Máster a Distancia en Gestión y Análisis de Políticas Públicas (UC3M)

-82-951-867_961_bandaWeb.jpg-El Máster en Gestión y Análisis en Políticas Públicas impartido por la Universidad Carlos III de Madrid ha desarrollado hasta ahora, en su versión no presencial, tres ediciones en Perú, México y República Dominicana, contando con la colaboración de prestigiosos centros docentes y administrativos de los respectivos países.

Los nuevos escenarios de la formación directiva de postgrado y la continua demanda de titulados superiores, de muy diversa procedencia geográfica, que han manifestado su interés por matricularse y cursar el MEGAP en la Universidad Carlos III de Madrid, han aconsejado introducir algunas modificaciones del diseño docente y las condiciones de impartición de dicho programa de postgrado, con objeto de convertirlo en una oferta más competitiva y responder en mayor medida a las expectativas de formación de directivos a escala global, conservando siempre el rigor y calidad por los que se ha distinguido desde sus inicios.

Los objetivos del MEGAP son proporcionar una formación especializada y de alto nivel a personas interesadas profesionalmente en la gestión directiva de las administraciones públicas u organizaciones con proyección pública, destacando particularmente en los siguientes aspectos:

  • Las últimas tendencias en los enfoques y técnicas de análisis y gestión de políticas públicas.
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  • Los problemas y desarrollos específicos de aquellas políticas públicas con especial valor estratégico o de carácter emergente.
  • Los planteamientos y criterios que exigen los actuales escenarios de gobernanza, globalización y cooperación público-privada.

Red Internacional de Evaluación de Políticas Públicas

3bb18e_2b6b73739a534986b6a1195151b42d9d.jpg_srb_p_378_137_75_22_0.50_1.20_0.00_jpg_srb«La Red Internacional de Evaluación es una red de profesionales de evaluación de políticas públicas. Su  naturaleza es la  internacionalidad y su carácter multidisciplinario. Los miembros de la Red cuentan con un denominador identitario común: haber sido alumnos del Máster Iberoamericano en Evaluación de Políticas Públicas de la Universidad Internacional de Andalucía.

La Red tiene como principal misión contribuir al desarrollo de la cultura e institucionalización de la evaluación de políticas públicas, especialmente en los países en los que tiene representación, como instrumento fundamental para la mejora de la eficacia y utilidad social de la actividad de las administraciones públicas. Sus  principios son los siguientes:

  • Independencia. La Red nace y se desarrolla sin el auspicio de ninguna entidad u organización, sino como entidad independiente.
  • Espíritu crítico-constructivo, fieles al concepto de evaluación como herramienta de mejora continua. Interpreta la evaluación como herramienta de cambio de la realidad, en búsqueda del cambio positivo que se generea mediante la evaluación.»

(Información extraida de la página web)

Master in Public and Social Policies / Máster Universitario en Políticas Públicas y Sociales (UPF-JHU Public and Social Policy Center)

The Master in Public and Social Policy provides you with the training and tools needed to respond to today’s major social needs, delivering a versatile professional training in different aspects of the welfare state. The master will explore the most important public and private interventions used to shape citizen’s wellbeing and quality of life. The program’s content is interdisciplinary and multidisciplinary touching on all areas of public and social policy. The teaching staff is made up of internationally and nationally renowned experts in each area of the master.

The Master in Public and Social Policy takes place in the UPF-JHU Public and Social Policy Center, following the academic criteria of both Pompeu Fabra University and Johns Hopkins University. UPF is one of the European Union’s most prestigious academic centres, and JHU holds a similar position of prominence in the USA, deemed an EU Center of Excellence by the European Union. This master has been recognized as one of the best in its field by various evaluation agencies. The master is part of the Public and Social Policy Programme, which includes a large number of well-known Spanish and European social analysis projects. These include the Spanish Social Observatory, which publishes a biennial report on the social situation in Spain (La situación social de España). Students on the master have ample opportunity to participate in these studies. The student will also benefit from an extensive network of contacts with national and international institutions where students can secure supervised internships. These internships can often lead to jobs after graduation.

The teaching covers both theoretical and applied content. Classes are delivered in intensive sessions over one long weekend per month. The program encourages students’ active participation in their own education through debates and group work.

El Máster en Políticas Públicas y Sociales ofrece la formación y las herramientas necesarias para dar respuesta a las principales necesidades sociales actuales, mediante una formación profesional polivalente en las diferentes dimensiones del estado del bienestar que incluyen las intervenciones públicas y privadas más importantes para configurar el bienestar y calidad de vida de la ciudadanía. El contenido del programa es interdisciplinar y multidisciplinar y abarca todas las áreas. Los docentes son expertos de gran reputación internacional y nacional en las distintas áreas del máster.

El Máster en Políticas Públicas y Sociales se desarrolla en el UPF-JHU Public and Social Policy Center y sigue el criterio académico de ambas instituciones, la Universidad Pompeu Fabra y la Johns Hopkins University. La UPF es uno de los centros académicos de mayor prestigio de la UE y la JHU lo es de EEUU, habiendo sido considerado un Centro de Excelencia en EEUU de la Unión Europea. Este máster ha sido reconocido como uno de los mejores másters en su campo por varias agencias de evaluación. El máster es parte del Programa de Políticas Públicas y Sociales que incluye un gran número de proyectos de análisis social, ampliamente conocidos en España y en Europa. Entre ellos está el Observatorio Social de España que publica el informe La situación social de España cada dos años. Los estudiantes del máster tienen amplias oportunidades de participar en estos estudios. También tiene una amplia red de contactos con muchas instituciones nacionales e internacionales donde los estudiantes realizarán prácticas supervisadas. Estos lugares frecuentemente se convierten en lugar de ocupación, tras realizar las prácticas y el aprendizaje.

La docencia se estructura en contenidos tanto teóricos y conceptuales como aplicados. Las clases se imparten en sesiones concentradas en fines de semana largos una vez al mes. El programa facilita la participación activa en la propia formación, mediante la participación en debates o trabajos grupales.

Convocatoria Ponencias: VI Congreso Internacional GIGAPP2015. Grupo de Trabajo P05: «La evaluación de las políticas públicas en España en el 2015 electoral»

Bajo el título «Nuevos caminos para la gobernanza en Iberoamérica» el Grupo de Investigación en Gobierno, Administración y Políticas Públicas (GIGAPP) junto con el Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset (IUIOG) convoca a investigadores, profesores, estudiantes, servidores públicos y miembros de la sociedad civil de Iberoamérica a presentar propuestas de ponencia y comunicaciones.

El Congreso Internacional del GIGAPP que se celebra anualmente en Madrid desde 2010, ha logrado constituirse en uno evento de referencia dentro de la comunidad iberoamericana de investigadores académicos, estudiantes y/o funcionarios públicos en las áreas temáticas de gobierno, administración y políticas públicas.

En el seno del Congreso y con el apoyo de varias organizaciones amigas (de ámbito nacional e internacional, así como algunos organismos multilaterales), se ha construido y consolidado la Comunidad GIGAPP, una red abierta y creciente compuesta ya por más de 700 investigadores de América Latina, España y Portugal, y por más de 20 organizaciones con las que se han suscrito varios convenios y alianzas estratégicas para impulsar proyectos e iniciativas de investigación, docencia y extensión académica.

Como novedades, este año tendremos varias sesiones plenarias especiales y abriremos el Espacio GIGAPP para que miembros de nuestra Comunidad puedan presentar libros y otros avances y productos de investigación.

Llamado a Propuestas de Ponencias (Call for Papers 2015)

41 Grupos de Trabajo conformados en las áreas temáticas de gobierno, instituciones y comportamiento político, administración y gestión pública, y análisis de políticas públicas.
http://gigapp.org/index.php/grupos-de-trabajo-aceptados

Acceso a la Convocatoria y normas para participar
http://gigapp.org/index.php/convocatoria-ponencias-2015

El plazo para presentar propuestas finaliza el 24 de mayo 2015. Los documentos definitivos deberán enviarse antes del 31 de agosto 2015.

El VI Congreso GIGAPP se celebrará del 29 de septiembre al 2 de octubre de 2015.

Contacto: Comité Organizador #GIGAPP2015
email: congreso2015@gigapp.org

Twitter:  @GIGAPP

Hasthag: #GIGAPP2015
Web: www.gigapp.org

Grupo de Trabajo P05: La evaluación de las políticas públicas en España en el 2015 electoral

Área Temática:
3. Políticas Públicas
Coordinadores del Grupo de Trabajo o proyecto:

Descripción:

Como afirma el profesor Villoria Mendieta un buen gobierno, hoy en día, es aquél que cumple al máximo posible los requisitos de una democracia de calidad, cuya salud depende en gran medida de la existencia de un debate público informado sobre el funcionamiento y efectividad de sus instituciones de gobierno. Los términos eficiencia y eficacia, transparencia, participación o rendición de cuentas inundan los discursos de los decisores políticos, sobre todo en un año como el 2015 repleto de procesos electorales, en busca de la ansiada legitimidad de las instituciones públicas ante la ciudadanía, legitimidad perdida durante los últimos años, en gran medida por el abuso y la falta de ética y conciencia democrática de una parte de la clase política.

Esta situación, enmarcada en el contexto de una grave crisis económica y financiera, provoca la necesidad acuciante en el sector público de aplicar medidas que faciliten una reforma y aceleren la modernización de la gestión pública. Los proyectos de modernización de la administración pública para incrementar la eficacia y eficiencia de su funcionamiento, dotarlo de transparencia, facilitar la participación de la ciudadanía y servir de mecanismo de rendición de cuentas aparecen vinculados a la incorporación de nuevos sistemas de gestión, que de una manera u otra están relacionados con la evaluación de políticas públicas.

La evaluación de políticas públicas contribuye a todos estos objetivos, pues entre otras cosas, produce conocimiento que permite la mejora de las intervenciones públicas e informa y rinde cuentas a los ciudadanos. En este sentido, la evaluación debería ser reconocida y estar protegida como función indispensable de ese buen gobierno que debe cumplir todos los requisitos de una democracia de calidad. De hecho, algunos candidatos empiezan a reconocer este importante papel de la evaluación.

No obstante, eso no es suficiente para garantizar un progreso adecuado, el cual dependerá principalmente de una correcta estrategia de introducción, adaptada al contexto y dotada de instrumentos que impulsen una práctica efectiva y útil. El reconocimiento de la importancia de la evaluación de políticas públicas en cualquier país democrático no debe ser un fin sino un principio. Es necesario dar un paso más al control legal o formal e incluir el punto de vista de la evaluación, que debe integrarse en la gestión pública como una fase más en el ciclo de las políticas públicas. Tomando estas premisas como punto partida, el presente Grupo de Trabajo sugiere una reflexión acerca del grado en que en la administración estatal y sobre todo en la autonómica se lleva a cabo una efectiva política de evaluación. Cierto es que en los últimos años se ha avanzado tanto en el diseño institucional como en algunas aplicaciones, pero sigue quedando mucho camino por recorrer para que la evaluación constituya un verdadero instrumento de apoyo a la toma de decisiones en España.

En este sentido, en este Grupo de Trabajo se busca mostrar las experiencias respecto a la definición y el avance de estrategias para el impulso e institucionalización de la evaluación de políticas públicas en España y sus diferentes comunidades autónomas. Se trata, por tanto, de sintetizar las principales lecciones aprendidas sobre la aplicación de las estrategias de institucionalización de la evaluación a nivel estatal pero sobre todo a nivel autonómico, a partir de las iniciativas de las CC. AA., algunas de las cuales se han convertido en cierto modo en las pioneras en la práctica de la evaluación de políticas públicas.

Entidad/Institución

 Sociedad Española de Evaluación.

Grupos de Trabajo GIGAPP relacionados

Este GT da continuidad al Grupo de Trabajo 2013-P07. Evaluación de políticas públicas: institucionalización, metodologías y estudios de caso celebrado en 2013

1. Contacta

2. Remite tu propuesta

Coordinador(a)

 dacapre@ade.upv.es

 @CatalaPerezD

 

Coordinador(a) auxiliar

 

 juanfcocasero@gmail.com

 @socevaluacion

Acceso a formulario web.

 

Evaluación sistemática: guía teórica y práctica.

41OcaKLUevL._SY344_BO1,204,203,200_Daniel L. Stufflebeam, Anthony J. Shinkfield

Paidós, 1987 – 381 páginas

Este libro está concebido para el uso de un amplio grupo de personas interesadas en la valoración, ratificación o perfeccionamiento de la calidad de los programas. Es decir, para aficionados, especialistas en investigación, administradores, profesores, evaluadores y estudiantes. Todos estos grupos pueden utilizar el libro para conocer un amplio panorama de métodos susceptibles de ser utilizados en programas de evaluación. No sólo obtendrán una orientación general, sino que también podrán usarlo para desarrollar un nivel básico de habilidad a la hora de aplicar uno o más de esos métodos. El libro puede estudiarse en el contexto de un grupo de trabajo o leerse independientemente. Puede seguirse de principio a fin, o utilizar selectivamente cada una de sus unidades como manuales en forma de captítulos. La información resultante es válida para programas de evaluación, para proyectos y para materiales sobre educación, salud y bienestar. El libro contiene diez unidades. La primera y la segunda exponen, respectivamente, un panorama de la evaluación y un análisis de tres amplios campos que tratan de explicarla. Las restantes unidades proporcionan exhaustivos estudios sobre ocho modelos escogidos de trabajo evaluativo.