Perder, a veces, es la mejor forma de ganar

Hay melodías inspiradoras, que emocionan, que nos llegan donde otras no alcanzan… En 1976, el compositor estadounidense Bill Conti logró crear varias de ellas en la banda sonora de la que fue la mejor película en la edición de los premios Óscar de aquel año, «Rocky». Siempre he sido un enamorado de esta película y su música, de su historia, o mejor dicho de lo que significa su historia. Sylvester Stallone escribió el guión inspirado en el mundo del boxeo, lo que confiere a ciertas escenas, sobre todo el combate final, una épica especial. Pero se trata de una historia aplicable a cualquier otro ámbito y que, estoy seguro, es mucho más habitual de lo que cualquiera puede pensar.

La vida, de vez en cuando, nos sorprende, nos presenta una oportunidad que sabemos que no podemos desaprovechar. En nuestro interior somos conscientes de que es la última, de que si la dejamos escapar no saldremos nunca de ese mundo en el que permanecemos instalados en la falsa comodidad de sabernos a salvo del riesgo a perder. Pero… perder, a veces, es la mejor forma de ganar. Y generalmente, para entender esto, tan solo es necesaria una motivación, un apoyo, una ayuda, una Adrian…

En la escena final de la película, a la que pertenece el clip «The final bell», que incluyo a continuación, Rocky a duras penas se mantiene en pie, soporta estoicamente los golpes que le propina Apollo Creed y aun sin fuerzas y a punto de desfallecer, aguanta y lucha por no desmoronarse…y es justo tras sonar la última campana, en el momento que pierde el combate, cuando él ya se sabe ganador y nada más le importa excepto su motivación, su apoyo, su ayuda, su Adrian..

 

[youtube https://www.youtube.com/watch?v=PvvDj2fnKoQ]

#vuelvaustedmañana o la administración pública «vintage»

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Leo en la tan sufrida Wikipedia que el concepto vintage es «una manifestación de la cultura posmoderna, fruto de la pérdida de fe en el progreso y el desencanto del motor de la innovación propia de la modernidad. De esta forma, en lugar de mirar al futuro, se recurre con nostalgia a elementos de eras pasadas pero carentes de significado original.» (Por favor, mantengan en la memoria esta definición)

Lo cierto es que cada vez se extiende más el uso del término vintage. Se utiliza para referirnos a instrumentos musicales, automóviles, libros, fotografías, y, más recientemente, prendas o accesorios de vestir, además de videoconsolas y videojuegos. Pues bien, esta mañana, mi mujer y yo hemos descubierto que también existe una administración pública vintage.

Sí, aunque suene raro, existe. Me explico.

Hace unos días, desde una de las administraciones más modernizadas que existe en nuestro país, la tributaria (esto es cierto; nuestra amada Hacienda pone a disposición del contribuyente las más avanzadas herramientas, para que pueda cumplir lo más puntual, cómoda y rápidamente posible con sus obligaciones para con las arcas públicas), me pidieron amablemente un certificado que debía expedirme otra, menos digitalizada pero también muy querida, administración (no diré cuál para no herir sensibilidades… si las hubiere). El motivo por el que desde la administración tributaria me solicitan el citado documento lo voy a obviar, puesto que ese tema da para otra entrada en el blog.

Bien, no nos dispersemos. A pesar de los ímprobos esfuerzos que las administraciones públicas están realizando por aplicar las diferentes leyes sobre administración electrónica, existen todavía procedimientos que por su singularidad quedan fuera, de momento, de las vías digitales, al menos en su iniciación. Por ello, tuvimos, mi mujer y yo, que realizar una primera visita a la unidad administrativa implicada en la expedición de mi anhelado certificado, para saber de qué forma debíamos proceder. Unas indicaciones claras y concisas nos disiparon todas las dudas y tras recopilar la documentación que se nos pidió, muy cómodamente la remitimos por vía electrónica, la misma vía por la cual, hace un par de días, nos confirmaron que podíamos pasar hoy por la mañana a recoger el documento.

Esta fue mi primera sorpresa, pues entiendo que en el marco de gestión administrativa actual, bien podrían haber aprovechado el propio correo electrónico para remitirme el certificado. Pero, bueno, como en cierto modo yo también soy un poco nostálgico, he querido recordar aquella maravillosa época de ir a “hacer papeles”, en que la aventura empezaba con la búsqueda de un lugar para aparcar, continuaba con esperas eternas en colas interminables y acababa sólo Dios sabía cómo y cuándo.

Y atención que ahora viene lo mejor de la historia, la prueba de que existe la administración pública vintage.

Al llegar, se nos ha comunicado que el certificado no estaba listo. ¡Vaya por Dios! ¡Claro, normal! – he pensado – ¿Qué podíamos esperar presentándonos aquí por sorpresa?… ¡Ah, no! Que hemos venido porque nos avisaron…

Entonces he comprendido lo que ocurría y he empezado a sentirme inmerso en un viaje en el tiempo; asistía a una recreación de la vieja (rancia, diría yo) administración pública burocrática weberiana. Se había obviado la posibilidad de usar el correo electrónico, o incluso del teléfono (inventos endemoniados), para avisarnos de que no pasáramos a recoger el mismo documento del que un par de días antes, nos habían dado confirmación de su disponibilidad. ¡Genial!, ¿no les parece?

Pero el nivel de la representación ha subido sensiblemente cuando hemos sabido el motivo por el que no estaba listo el documento: falta la firma del responsable de turno que no estará en todo el día, ¡sí señor, un clásico! (para qué pasar a firma el documento antes de avisar al interesado… y además… ¡menuda chorrada lo de las firmas electrónicas!).

Y cuando ya me encontraba en pleno s. XIX… el clímax: nos avisan de que podremos pasar el lunes a recoger el certificado y de esta forma firmar el “recibí”, ¡sublime, espectacular, insuperable! Sobran las palabras, ¡firmar el “recibí”!, ¡qué maravilla!, ¡al carajo con las notificaciones electrónicas y las confirmaciones de recepción y lectura…!

En pleno s. XXI y tras «nosecuantas» leyes y normativa varia sobre administración electrónica, todavía existen héroes anónimos que intentan salvaguardar la gran tradición funcionarial española del “vuelva usted mañana”, o mejor dicho en nuestros días, el #vuelvaustedmañana.

Si como decía al principio, lo vintage es “recurrir a elementos del pasado carentes de significado en la actualidad en lugar de mirar hacia el futuro”, mientras haya “funcionarios nostálgicos” la administración pública española se mantendrá anclada en los tiempos de Mariano José de Larra. Y esto es una verdadera lástima, teniendo en cuenta los recursos que se emplean en la llamada modernización administrativa, que más que modernización es una simple adecuación a la realidad social en que vivimos.

Modernizar sería conseguir una administración capaz de anticiparse a las necesidades de la ciudadanía y esa…es otra historia.

El injustificado debate sobre los trabucos en las fiestas de Moros y Cristianos

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La situación legal

A colación de la reciente circular informativa emitida por la Delegación de Gobierno de la Comunidad Valenciana acerca de la obligatoriedad de la obtención de la correspondiente licencia para el uso de armas de avancarga en lugares públicos, únicamente con pólvora negra y con motivo de festejos tradicionales, se ha generado, a mi juicio, un injustificado, interesado y sobre todo innecesario debate, que ha producido confusión y malestar entre muchos festeros.

La situación legal en la que nos encontramos respecto del uso de armas de avancarga es la siguiente:

  • En primer lugar, la normativa que se va aplicar a partir del 1 de enero del 2017 no es ni mucho menos una novedad. El Reglamento de Armas en vigor y en cuyo articulado se autoriza la utilización de armas de avancarga únicamente con pólvora negra y con motivo de festejos tradicionales, fue aprobado por Real Decreto en el año 1993 y desde entonces, según establece este Reglamento, es obligatoria la obtención de la licencia de armas correspondiente (concretamente, la del tipo AE), para la utilización de las armas de avancarga ya sea en régimen de propiedad o de alquiler de las mismas.
  • En marzo de 1999, la Delegación de Gobierno de la Comunidad Valenciana publicó una resolución de carácter temporal (tenía una vigencia original de un año) por la cual, se permitía que las personas que utilizaran un arma de avancarga en régimen de alquiler (a través de una cesión temporal de las mismas) pudieran hacerlo aportando un certificado de aptitudes psicofísicas o el carnet de conducir en lugar de la licencia de armas. Como he comentado, esta Resolución tenía carácter temporal (un año) y era prorrogable si la Delegación de Gobierno lo consideraba oportuno en períodos de la misma duración. De hecho, se ha venido prorrogando anualmente hasta que dejará de tener vigencia el próximo 31 de diciembre del 2016.
  • Tenemos por tanto que:
    • La normativa en materia de uso y posesión de armas (el Reglamento de Armas) es la misma desde hace 23 años y afecta a todo el territorio nacional.
    • Los festeros con armas en propiedad, que en muchas localidades con gran tradición festera son la mayoría, siempre han estado obligados a disponer de la correspondiente licencia de armas.
    • Los festeros de la Comunidad Valenciana han disfrutado durante los últimos años de la moratoria legal que permitía alquilar armas de avancarga presentado el carnet de conducir. Cabe tener en cuenta que en otras comunidades como Castilla La Mancha o Cataluña que también cuentan con poblaciones con una gran tradición en el uso de estas armas en festejos tradicionales y con grandes colectivos de usuarios, no se disfrutaba de esta moratoria dictada por la Delegación de Gobierno de la Comunidad Valenciana.

En este sentido, vaya por delante, que yo soy participante activo de los actos de arcabucería que se organizan en mi localidad, que no dispongo de arma de avancarga en propiedad, no tengo licencia para este tipo de armas y que a la vista de la actual situación, estoy entre el grupo de los “afectados”. Grupo de “afectados” que a la vista de lo comentado, no somos ni mucho menos mayoría en el conjunto del panorama nacional.

Una situación absurda

Sentadas estas premisas, imagínense la siguiente situación:

“Una persona entra en una agencia de alquiler de automóviles, con el ánimo de alquilar un utilitario para desplazarse desde la ciudad, a una pequeña localidad cercana con la que no existe conexión a través de transporte público.

El encargado del establecimiento inicia los trámites para formalizar el alquiler del vehículo y en un momento dado le solicita al cliente su permiso de conducir. En este punto, el cliente le responde que no dispone de tal permiso pero que sí tiene una licencia de armas determinada que le permite acreditar que ha superado un reconocimiento de aptitudes psicofísicas que consecuentemente, según él, le capacita para poder conducir un coche.

Ante esta argumentación, como es lógico, el encargado de la agencia le explica al cliente que sin permiso de conducir no puede alquilar el vehículo, por mucho que haya superado un reconocimiento para una licencia de armas. El cliente, visiblemente airado, le responde que porque tiene que sacarse el permiso de conducción si únicamente conduce vehículos de forma muy esporádica y no dispone de coche en propiedad. Insiste en el hecho de que únicamente va a utilizar el coche para un viaje de corto recorrido y que además conoce a la perfección el código de circulación y que es una persona muy prudente.

El encargado de la agencia zanja la discusión explicándole que a pesar de todos estos argumentos, la normativa es clara y una persona que no posea el permiso de conducir adecuado y en vigor, no puede alquilar un vehículo.”

¿No les parece que el cliente que buscaba alquilar un coche sin permiso de conducir y con un permiso de armas ha provocado una situación absurda? Pues ahora denle la vuelta a la historia y piensen en alguien que alquila un arma de avancarga con un permiso de conducir. Pues sí, desde el año 1999, los Moros y Cristianos de la Comunidad Valenciana hemos estado viviendo esta situación un tanto absurda, gracias a la normativa provisional y temporal comentada con anterioridad. Una situación absurda y también injusta que rompía el principio de igualdad para con otros colectivos de usuarios de armas, no sólo de avancarga sino de otros tipos, que a pesar de usarlas para actividades también muy puntuales y específicas, sí debían disponer del correspondiente permiso de armas.

El uso de armas de fuego y, en el caso del ejemplo descrito, la conducción de ciertos vehículos a motor, son actividades totalmente reguladas y que las personas pueden realizar pero siempre sujetas a la obtención de una licencia, aunque se realicen de forma puntual o esporádica. A pesar de que, como he comentado, desde el año 1999 hayamos estado viviendo en un cierto “limbo” legal, en cualquier momento podía y, a mi entender, debía llegar la normalización de la situación, y ese momento ha sido ahora.

A nadie se le escapa que, por ejemplo, para poder manipular alimentos, en determinadas circunstancias, una persona deba tener el correspondiente carnet, sin que ello le haga más capaz que otra persona que no lo tenga. Simplemente con ello se tiene la autorización para poder realizar la actividad de forma legal y se supone que la persona ha demostrado tener las aptitudes necesarias para ello. Pues con las armas sucede algo similar. El permiso de armas, en sus diferentes tipos, no garantiza que en última instancia el usuario del arma vaya a hacer un mejor uso de la misma, pero otorga la capacidad legal para hacerlo, a través de un procedimiento específicamente diseñado para regular esta actividad (y no, por ejemplo, la de conducción de vehículos para la que el procedimiento, requisitos y organismos reguladores son totalmente diferentes).

Otra cosa es que la medida nos guste más o menos y cuáles son los efectos que puede tener esta nueva situación en nuestra fiesta. En el corto plazo, nuestros actos de arcabucería se verán seguramente perjudicados al menguar la participación de festeros en los mismos. Pero del mismo modo estoy seguro, que en el medio plazo la situación se normalizará y aquellos festeros amantes de la pólvora, iremos progresivamente adecuando nuestra situación a las exigencias legales. En este sentido, será muy importante el papel de las Juntas de Fiestas, Federaciones locales e incluso confederaciones supralocales (entiéndase, UNDEF y/o MAFEMiC, por ejemplo) a la hora de buscar soluciones lo más económicas posibles para nuestros festeros al negociar precios especiales para los correspondientes certificados de aptitudes psicofísicas, con determinadas clínicas.

El arcabuz detonante de la UNDEF

De cualquier forma, existen posibles alternativas. Una de ellas es el arcabuz detonante que ha promovido y patentado la UNDEF y que siguiendo el ejemplo automovilístico de este post, sería como los famosos coches sin carnet de 49 c.c. Se trata de un arma de avancarga tradicional pero a la que se le han hecho las modificaciones oportunas para no poder introducirle proyectiles, con lo que supuestamente dejaría de tener la consideración de arma de fuego y no sería necesario, por tanto, disponer de licencia de armas para su uso. Y digo supuestamente, porque hasta el momento, que sepamos, sólo existe un arcabuz con estas características, el prototipo de la UNDEF, y todavía no tengo clara (llámenme escéptico) cual será la postura de las autoridades competentes ante un posible uso masivo de este tipo de armas. Sin duda alguna, la confirmación oficial por parte de las autoridades competentes de que es posible utilizar este arcabuz únicamente con el DNI y la fabricación del número suficiente de los mismos como para abastecer la demanda de armas en alquiler, sería una muy buena noticia para la fiesta de Moros y Cristianos. Esperemos que el trabajo en este sentido vaya por buen camino.

El tema económico y el problema de la pólvora

Muchas opiniones contrarias a la que yo defiendo en este artículo, esgrimen como argumento que la obligatoriedad de la tenencia del permiso de armas encarecerá la participación en los actos de arcabucería, algo de lo que no hay duda alguna. Pero teniendo en cuenta el coste que puede suponer el permiso (entre certificado de aptitudes psicofísicas y tasa administrativa) y que su vigencia es de 5 años, la medida supone unos 10-12 euros anuales como máximo, para aquellos tiradores habituales. Esto deja el coste de la participación en un acto de arcabucería, con la compra de 1 kg. de pólvora y el alquiler de un trabuco y la correspondiente cantimplora, al nivel del precio de una entrada para un concierto de un artista de renombre internacional o para un partido de futbol entre equipos de primer nivel, eventos en los que ni por asomo, somos partícipes de la misma forma que lo somos en un alardo, trabucà o batalla de arcabucería. Desde luego yo no cambio una cosa por la otra, pero al fin y al cabo, esta última reflexión es muy personal y cada uno establecerá su propia escala de prioridades.

Más allá del coste del permiso de armas, a mí personalmente, me preocupa en mayor medida el abusivo precio de la pólvora negra, que en pocos años ha visto como su precio subía más del 40% (el uso y distribución de la pólvora negra es un tema diferente al de las armas y está afectado por una normativa diferente; esta es otra historia, creo que mucho más peliaguda que la de las armas). Por otra parte, sí es cierto que la medida puede provocar que sean menos las personas que participen en los actos de forma esporádica, únicamente “por probar”, hecho que ciertamente no estoy seguro de que sea del todo negativo.

Finalmente, para cerrar la cuestión, no me parece adecuado que desde ciertas poblaciones con amplia historia festera se politice esta situación, enarbolando la bandera de la defensa de una tradición, cuando lo único que se ha hecho, a mi entender es aplicar de forma efectiva una normativa que existe desde hace muchos años y que viene a poner coherencia en la regulación de una actividad que, queramos o no, entraña un peligro importante si no se es consecuente con lo que se tiene entre las manos.

Al fin y al cabo, como suele decirse “las carga el diablo…”

Mi último primer día

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La vida de una persona está repleta de primeros días: el primer día de cole, el primer día en el instituto, el primer día de fútbol en Mestalla, el primer día (o, mejor en este caso, la primera noche) fuera de casa, el primer día de…en fin, casi todos los días hacemos alguna cosa por primera vez.

Algunos primeros días pasan sin pena ni gloria o simplemente los olvidamos. Pero otros primeros días nos marcan, son esos primeros días que se nos quedan grabados en la mente…para bien o para mal (que también hay primeros días negativos, por supuesto).

En los últimos siete años y medio he tenido la suerte de vivir alguno de esos primeros días importantes…pero hoy ha sido el último primer día inolvidable en mi vida. Hoy he alcanzado una de esas metas que uno se marca en la vida, grandes, ambiciosas… inalcanzables por momentos… que te hacen trabajar duro, por uno mismo, pero también por las personas que han confiado en ti y te han apoyado (sobre todo, tú… y quienes llegaron contigo del espacio).

Seis años de esfuerzo para hoy disfrutar de mi primer día de trabajo en la UPV.

Ya lo dijo William Faulkner,

«La sabiduría suprema era tener sueños bastante grandes para no perderlos de vista mientras se persiguen.»

Pues eso, yo no busco la sabiduría suprema pero si vienen más primeros días que sean como el de hoy…

Dando tumbos por el mundo

Plaza de España, Sevilla.
Plaza de España, Sevilla.

Hace unos días, una buena amiga, hacía una publicación en su perfil de Facebook, recordando a su vez una de mis publicaciones de hace unos meses, en la que yo la mencionaba al encontrarme, en Sevilla, una calle con su apellido. Es la calle Velarde, concretamente. Era el  11 de junio de 2015 y me encontraba en la capital hispalense para participar en el Congreso Internacional de Evaluación de Políticas Públicas organizado por la Sociedad Española de Evaluación. Parte del comentario de mi amiga, que consiguió provocarme un pequeño nudo en la garganta fue:

“Hace un año mi amigo Daniel Catala-Perez ya iba dando tumbos por el mundo. Y sigue y sigue…”

En efecto hace poco más de un año de eso, y muchos han sido los tumbos desde entonces y otros tantos los que me quedarán por vivir. Pero muchos más fueron los anteriores, y no sólo tumbos por el mundo, sino por la vida que son mucho peores.

Pero de esos hablaré en otra ocasión…

Según la Real Academia Española un tumbo es un vaivén violento e ir dando tumbos es tener dificultades y tropiezos. No le falta razón a mi amiga cuando me dice que llevo un año dando tumbos por el mundo, pues desde aquel viaje a Sevilla, inicié (junto a mi mujer, inseparable compañera de viaje con quien daría tumbos por el mundo toda la vida sin dudarlo) un periplo que me ha llevado a recorrer “nosecuantosmiles” de kilómetros entre diferentes ciudades españolas y alemanas, no sin dificultades y tropiezos, y algunas veces con cambios violentos de dirección.

Orangerie, Hoffgarten, Ansbach (Alemania)
Orangerie, Hoffgarten, Ansbach (Alemania)

Pero, como decía, mis tumbos empezaron hace más tiempo…

En septiembre de 2010 inicié el Grado en Gestión y Administración Pública en la Universitat Politècnica de València (en un momento en que mi autoestima profesional estaba en niveles bajo cero y mis expectativas laborales eran nulas) gracias al apoyo, empuje y aliento de la maravillosa persona que tengo a mi lado y que desde entonces me ha demostrado la más incondicional de las ayudas. Pues bien, si en aquel momento, alguna persona se hubiera aventurado a vaticinar la situación en la que me encuentro cerca de 6 años después, es muy probable que la hubiera tachado de inconsciente.  Bueno, muy probable no, más bien, lo hubiera hecho con absoluta seguridad.

Puerta de Alcalá, Madrid.
Puerta de Alcalá, Madrid.

Después de estos años de trabajo duro, complicados para alguien que, acomodado en la facilidad de una vida sujeta a una rutina predecible, había olvidado que la clave para ser feliz es hacer lo que a uno le llena de verdad, veo por fin en el horizonte cada vez más cercano, el objetivo con el que apenas soñaba al inicio de esta aventura. En pocas semanas me incorporaré a la UPV con una Beca de Formación de Profesorado Universitario, una especie de “contrato” de cuatro años por el que el Ministerio de Educación financiará la realización de mi Tesis Doctoral y me permitirá, si todo va bien, empezar a desempeñar labores docentes en la universidad. Un sueño, mi sueño.

Llegados a este punto quiero hacer notar la riqueza lingüística de nuestra vetusta lengua castellana, que con un simple cambio de letra, transforma el tumbo que en ocasiones nos causa incertidumbre y miedo, en el rumbo que encauza nuestras vidas y nos ilumina un camino que seguíamos a tientas.

Pues eso, navego (navegamos, siempre juntos), dando tumbos por el mundo, pero por fin, con un rumbo claro.

Tú, siempre.
Tú, siempre.

Los Moros y Cristianos, un alemán y la UNDEF.

No lo he podido evitar. Aquí estoy de nuevo para hablar de Moros y Cristianos. Desde hace un par de semanas tenía pensado escribir una entrada para contar una anécdota que me ocurrió aquí, en la Universidad de Ansbach, en plena Franconia alemana (sí, aunque pueda sorprender, una anécdota relacionada con los Moros y Cristianos en estos lares), pero he ido dejando pasar los días, pues el intenso (y urgente) trabajo me impedía dedicar unos minutos a ese menester.

Pero entre ayer y hoy, dos hechos me han empujado irremediablemente a dejar por un momento las búsquedas bibliográficas y los textos académicos para escribir estas líneas, pues el desasosiego que me ha producido la primera de esas circunstancias (la ocurrida ayer), me tenía bastante inquieto. Así que aquí os dejo mis tribulaciones, por si alguien es tan insensato de perder su tiempo leyéndolas.

Si he de ser sincero, anoche estuve a punto de escribir la entrada y al final, me contuve. Pero hoy ha sido imposible hacerlo, sobre todo al recibir vía Whatsapp ciertos mensajes y fotografías desde mi querido Torrent, que han avivado la llama festera en mi interior (obviamente, este es el primer lance al que he hecho referencia).

Los recién escogidos cargos festeros para las próximas Fiestas de Moros y Cristianos de Torrent del 2016, encabezados por el capitán del bando moro y sus Califats Sarraïns, han organizado una fantástica comida (por lo que he podido percibir en las fotos) a la que han acudido un gran número de amigos. Sin duda, me hubiera gustado estar allí y todos ellos lo saben bien. Aprovecho para enviarles un fuerte abrazo.

A la vista de las fotos que me han ido llegando, no he podido dejar de pensar en uno de los aspectos fundamentales que tiene la fiesta de Moros y Cristianos, su papel socializador, cohesionador y de apuntalamiento de la colectividad. Ese colectivismo que promueve una fiesta como la nuestra, es uno de los valores fundamentales de nuestra cultura y un sustento esencial para la sociedad en general. Más allá de los aspectos históricos o culturales, de los que ya he hablado en otras ocasiones, estos aspectos sociales son esenciales para la supervivencia de la fiesta.

Un claro ejemplo del papel socializador del que hablo es la anécdota que en principio iba a motivar esta entrada. Vamos con ella y comprobaréis que al final todo está interrelacionado.

Los alemanes tienen fama de ser serios y distantes (o al menos, de serlo más que nosotros), y aunque supongo que habrá de todo, ciertamente por lo general esa es la primera impresión que causan. Pues bien, como decía al principio, hace un par de semanas, presentándome a uno de los profesores del Máster que responde a ese arquetipo y tras comentar brevemente mi experiencia profesional, me preguntó por mi afición favorita. Lógicamente, antes de decirle directamente que la actividad que ocupa prácticamente todo mi tiempo libre son los Moors and Christians (el idioma en el que me desenvuelvo es el inglés), preferí explicarle que mi afición era organizar y participar en una serie de representaciones históricas que conmemoran las batallas de la época de la Reconquista. Pensé que diciéndole directamente el nombre de nuestra fiesta no entendería de que se trata, pero me llevé una enorme sorpresa, pues cuando todavía no había acabado de hacer mi explicación, me interrumpió y con un español típicamente alemán y cambiando totalmente la expresión de su rostro con una enorme sonrisa, espetó:

– Oooooh! Jaaa, los Mourrrosss y Crrristienos!!

Podéis imaginar mi tremenda sorpresa y alegría al oírle pronunciar esas palabras. Os puedo asegurar, que desde ese momento, el tono de la conversación cambió totalmente, creándose un clima mucho más distendido y cómodo para los dos, e incluso las posturas y los rostros de ambos se relajaron convirtiendo el diálogo en una charla amigable. El profesor me explicó que conoce las fiestas de Moros y Cristianos de Alcoy y las de Llutxent, donde tiene amigos. Y precisamente destacó lo a gusto que se encuentra cuando los visita con motivo de las fiestas, por el trato que recibe, pero sobre todo por el carácter social de la fiesta (es profesor de Gestión y Comunicación Intercultural, entre otras cosas, por lo que digo yo que sabrá de lo que habla).

Con esto quiero mostrar el enorme poder que esta fiesta tiene para crear lazos entre las personas. Y una vez más, me remito a la frase de un gran amigo y festero: “la fiesta de Moros y Cristianos es la mejor manera que conozco de hacer amigos”.

Retomemos ahora la segunda de las circunstancias, la ocurrida ayer, que me ha empujado a escribir el post y enlazaré con lo comentado hasta ahora. Resulta que en la habitual revisión que suelo hacer de ciertas páginas dedicadas a la información de Moros y Cristianos, encontré un enlace a una noticia con este titular: “Los arcabuces revientan a la UNDEF. Diversas poblaciones podrían crear una asociación paralela”. Echadle un vistazo y comprenderéis de lo que hablo a continuación.

Al profundizar en la lectura del artículo, vuelvo a constatar una vez más algo que ya he comentado en otras ocasiones, la inoperancia de una entidad que vive anclada sobre no sé bien que objetivos. O más que inoperancia, pasividad o incluso apatía. Es evidente, que esta nave necesita un cambio radical de rumbo o la deriva la llevará al abismo.

Y no hablo sólo de un cambio de estatutos o de reglamento (que aunque realizado de forma efectiva, creo que ha sido una ocasión perdida para iniciar dicho cambio de rumbo), ni de un cambio de personas (siento un alto aprecio y estima por las personas a las que conozco de la actual Junta Directiva de la UNDEF y valoro su capacidad). Hablo de un cambio radical de actitud, de objetivos, de estrategia, una refundación si se quiere utilizar la expresión. En otras ocasiones he hablado de falta de ambición en la gestión de una entidad que aspira a ser “nacional” y que agrupa sólo a un porcentaje muy pequeño de las poblaciones festeras españolas; también he hablado de estrechez de miras, pues los modelos de la fiesta van mucho más allá de la tan manida “Trilogía Festera”; pero de lo que hablo ahora creo que es lo más grave de todo. La UNDEF está perdiendo su carácter social.

Mi primer contacto con la UNDEF se remonta a la entrada de Moros y Cristianos de Calpe en octubre del año 2006. Aquel día acudí a la tribuna de autoridades festeras del municipio costero alicantino representando a la Junta de Fiestas de mi localidad natal, Muro del Alcoy, de la que era Cronista de Fiestas. Desde entonces he mantenido un contacto continuado con la UNDEF, al pasar luego a ser Presidente de la citada Junta de Fiestas y más adelante Vicesecretario y también Presidente de la Federación de Moros y Cristianos de Torrent.

Durante todos estos años, en el seno de la UNDEF se ha hablado, se ha debatido, se ha discutido mucho sobre muchas cosas, pero lo cierto es que al final, los problemas más importantes que tenía la fiesta por resolver en 2006, son básicamente los mismos problemas importantes que tiene la fiesta por resolver a finales de 2015 (y no voy a entrar de nuevo a comentarlos).

En muchas ocasiones, conversando con colegas de otras poblaciones, surgía en mitad del diálogo una pregunta a la que nadie sabíamos dar una respuesta concreta: “¿Para qué sirve la UNDEF?” Al final, y tras intentar sacar aspectos positivos de nuestra pertenencia a la entidad (en temas de gestión siempre nos hemos quedado con el Convenio del Seguro que es con diferencia lo que más nos ha beneficiado a las poblaciones, y no todas), siempre llegábamos a la misma conclusión: lo más positivo y lo que más valor da a la UNDEF es el contacto entre poblaciones, los lazos creados, en definitiva la socialización y el colectivismo de los que he hablado antes. Que por otro lado, ya son aspectos muy importantes por sí mismos.

Pero es que ya ni eso. De la lectura del artículo que he citado antes, además de quedar claro el descontento de ciertas poblaciones en los temas de gestión, es evidente el desencanto existente entre dichas poblaciones. Las tres localidades con más número de festeros que tenía la UNDEF han salido de ella en los últimos años y según parece otras están pensando en hacer lo propio. Pero lo grave no es eso, lo grave es que están pensando en crear una asociación paralela, porque la UNDEF no es capaz de cubrir la necesidad primera y fundamental de las Juntas Festeras entendidas como individuos: de nuevo, la socialización, el colectivismo, la pertenencia a un grupo.

Recientemente, he dejado, por cuestiones profesionales, la presidencia de la Mancomunitat Festera de Moros i Cristians MAFEMiC, que agrupa a varias poblaciones de las comarcas del norte de la provincia de Valencia. La semilla de esta entidad es precisamente ese sentimiento de aislamiento de ciertas poblaciones pertenecientes a la UNDEF que no se sentían parte de un colectivo (algo similar a lo que ocurre en las poblaciones del artículo, aunque en este caso nunca pensamos en dejar la UNDEF). Al inicio del proyecto se le dejó bien claro a la UNDEF que MAFEMiC no era un competidor, sino un aliado. Podía ser una magnífica oportunidad para servir de puente entre la UNDEF y una enorme cantidad de poblaciones festeras jóvenes con ganas de crecer, de hacer las cosas bien. Pero siempre se nos miró con recelo y la UNDEF se ha mantenido como siempre, anclada sobre no sé bien que objetivos, esperando que sean las poblaciones quienes se acerquen a ella, cuando no ofrece ningún incentivo para que eso ocurra.

Seguramente todos los que formamos la UNDEF tenemos parte de culpa de esta situación, pero para poder revertirla, tiene que ser la propia UNDEF la que de forma definitiva leve anclas, fije un rumbo claro y sea quien se acerque a aquellos que han dejado de creer en ella. Sólo de esta forma, volverá a tener sentido.

Almendros gigantes

Hay recuerdos que nunca se pueden olvidar; son situaciones vividas que quedan plasmadas en nuestra memoria, indelebles al paso de los años, y que de forma recurrente retornan a nosotros en momentos puntuales de nuestra vida.

Desde que empezó este mes de septiembre, hace 15 días, estoy en Madrid trabajando como becario de investigación en el Centro de Ciencias Humanas y Sociales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, la institución pública más importante de España dedicada a la investigación científica. Se trata de una estancia breve de dos meses pero que podría ayudarme a abrirme importantes puertas en un futuro. Del mismo modo que lo puede hacer la finalización del máster que a partir de octubre (mes en el que voy a estar a caballo entre Madrid y Alemania) voy a estudiar en la Universidad de la localidad alemana de Ansbach.

Todas las mañanas tomo la Línea 28 de autobús, que me lleva desde la Avda. Marqués de Corbera con Ricardo Ortiz hasta la Calle Emilio Muñoz con Santa Leonor, para seguir diez minutos a pie y llegar a la Calle de Albasanz donde se encuentra situado el CCHS. Al llegar al centro, recojo la llave de mi despacho en la portería y antes de llegar al mismo, en la tercera planta del ala derecha del edificio, junto al resto de instalaciones del Instituto de Políticas y Bienes Públicos, saco un café largo de la máquina que hay en el pasillo y que a esas horas de la mañana me sabe a gloria.

Esta mañana, justo al llegar al despacho y sentarme frente al ordenador, mientras removía el café, al ver mis manos sosteniendo el vaso, se ha producido uno de aquellos momentos de los que hablaba.

No sé bien que época del año sería, pero deduzco que podríamos encontrarnos en las primeras semanas de otoño, ya que creo recordar que mi padre estaba podando los almendros que crecían vigorosos en aquella fértil partida de tierra, que en el pueblo todo el mundo conoce como El Parral. Yo no debía tener mucha más edad que la que hoy en día tiene mi hijo, unos 11 años. Solía acompañar habitualmente a mi padre a realizar las labores del campo siempre que mis obligaciones escolares lo permitían, en fines de semana y vacaciones. Y solía ayudarle en la medida de mis posibilidades.

Ese día fue diferente. Había en El Parral un almendro seco que debía ser arrancado y reemplazado por un árbol joven, pues no se podía desaprovechar ni un pedazo de aquella tierra que año tras año ofrecía un magnífico rendimiento a la economía familiar. Lo habitual hubiera sido contratar a alguno de los vecinos del pueblo que en aquella época disponían de tractor (mi padre contaba entonces con un motocultor), para que mediante unas cadenas tirara del árbol hasta desprender sus raíces del suelo y de esta forma despejar el terreno. Pero contratar este servicio por un solo árbol, resultaba poco rentable y en estos casos, mi padre solía arrancar el árbol a mano, con azada y azadón. Con suerte, si las raíces no estaban muy profundas, la operación se podía demorar un par de horas. Pero en algunas ocasiones este tiempo podía aumentar considerablemente.

El hecho es que aquel día fui yo el que tomó la azada. Le dije a mi padre que yo arrancaría el almendro. Tras insistir en si estaba seguro, asintió y yo me puse manos a la obra. La batalla contra aquel almendro seco, que en ocasiones se me antojaba un gigante amenazador, cual molino de viento cervantino, fue agotadora. En repetidas ocasiones, mi padre me instó a dejar la ingrata tarea, a lo que yo me negué repetidamente, y al ver mi empeño y obstinación, sus requerimientos a abandonar la contienda, se tornaron en voces de ánimo. El sudor empapaba toda mi ropa, mis brazos se atenazaban a causa del esfuerzo de manejar una herramienta que me igualaba en altura y en mis tiernas manos cada vez aparecían más ampollas, por el roce con la madera del mago de la azada; pero yo apenas les prestaba atención, pues me centraba en derrotar al gigante.

Y lo vencí. Agotado y exhausto, al final de aquella mañana, observaba, henchido de orgullo, como el almendro Goliath yacía en el suelo derrotado. No voy a contar el recibimiento de mi madre cuando regresamos a casa y vio mis manos de niño llenas de ampollas. Evidentemente la mujer se enojó y reprendió a mi padre por consentir aquello. Pero él la acalló, explicándole con todo lujo de detalles, como aquel niño de 11 años había sido capaz de arrancar el almendro seco. Y yo, de pie junto a la puerta, con las piernas aún temblorosas por el esfuerzo realizado, lejos de sentir dolor en las manos o en los brazos, escuchando atentamente, sentía una enorme satisfacción sin saber exactamente porque.

Las manos que veía esta mañana, aun siendo unas manos robustas y fuertes, ya no presentan el aspecto áspero y rudo de hace unos años. Las ampollas ahora salen en el corazón por el roce de la distancia y el agotamiento, es más psicológico que físico. Este almendro seco que empecé a arrancar hace ahora 5 años, también me pilló a deshora, como aquel de los 11 años, y se me antojaba todavía más gigantesco si cabe. A punto estuvo de vencerme, al principio, cuando levantar la azada del estudio suponía un sacrificio que ya tenía más que olvidado.

Pero aquellas lejanas voces de desánimo que me llevaron a desviar mi camino para no encontrarme con este almendro gigante, se tornaron en el mayor de los impulsos al encontrarte a ti. Y ahora desde aquí, viendo el almendro ya tambaleándose, no me queda más que seguir cavando para volver a sentir aquella satisfacción de niño cuando esté de pie junto al almendro gigante en el suelo y contigo de la mano. Te lo debo.

La Diana dins les festes de Moros i Cristians

És ben evident, i no vaig a entrar a descriure-la ara, l’enorme i perdurable influència del mon militar dins les representacions festives dels Moros i Cristians. Són innumerables els elements de les festes que provenen d’aquest àmbit i sense cap dubte, un d’aquestos elements és l’acte de la Diana.

Tots coneixem el toc de diana (amb la popular tonadeta del Quinto Levanta). Aquest toc, que es fa a trenc d’alba, i que serveix per despertar els soldats a les places, campaments militars o a bord de les embarcacions de guerra, és una resta del paganisme, una reminiscència del culte religiós que tributaven els romans en les seus campaments a l’apuntar el dia a la seva deessa Diana, el nom de la qual conserva encara aquest toc. Per eixò, l’acte de la Diana es celebra sempre (o quasi sempre) a primera hora del matí i generalment durant el primer o segon dia de les festes (al menys la Primera Diana o Diana de Gala com s’anomena en moltes localitats, quan en celebren más d’una). Amb la Diana es simbolitza eixe despertar de les tropes, dels dos bàndols, per encaminar-se cap a la batalla. No és casualitat per tant, que en aquest acte, els participants visten les seues millors gales (traje oficial al complet en pràcticament tots els pobles on es celebra).

Però a més, com també ocorre en molts aspectes de les festes de moros i cristians, l’acte té una vessant religiosa, al menys en aquelles localitats que més temps fa que representen la Diana. En la seva part religiosa el toc de Diana de les legions romanes és pot comparar amb el toc de Oracions, Ave María o Salutació Angèlica que fan al matí les tropes militars després de la Diana. Per eixò, com deia, en moltes localitats, la Diana va precedida d’un toc d’alba de campanes i l’Àngelus.

Es comú, vore en llocs com Alcoi, Banyeres, Ontinyent, Villena, Sax, Caudete, Cocentaina, Muro d’Alcoi i molts altres, com des de les 6 de la matinada les places o carrers des d’on arranca i per on trascorre la Diana, estan repletes d’un públic que emocionat i fidel, aguarda escoltant els compassos dels pasdobles dianers (la tradició d’aquest acte ha fet que inclús s’haja creat una modalitat musical pròpia dins el gènere de la música festera), fins el moment que al fort de la música, el cabo (arrancar la diana en alguns llocs és quasi com tindre un càrrec fester) alça l’arma en busca d’aplaudiments. La veritat és que soles imaginar l’escena, per als que l’hem viscuda, ens fa esborronar-nos.

Sense cap dubte, per a qui no ha vist mai aquest acte, li pot resultar difícil d’entendre com la gent, el públic vull dir, és capaç de matinar d’eixa forma per vore aquesta desfilada. Però més difícil d’entendre pot ser el fet de com un fester o festera, que en alguns casos ha dormit apenes un parell d’hores i en la majoria de les ocasions pot ser ni siquiera eixò, pot vestir-se amb el seu traje oficial i passar en qüestió de minuts del ambient més festiu i desenfadat (el més corrent és que eixa mateixa nit la festa haja sigut llarga) a la serietat i respecte que l’acte i sobre tot, el públic assistent és mereixen.

Doncs, per entendre-ho es precís conéixer-ho. Si qualsevol entitat vol sumar aquest meravellós acte al seu calendari fester, és precís saber i vore com ho fan on porten fent-ho des de fa dècades i en ocasions segles. Després, ja cadascú li donarà la seua empremta, el seu caràcter i les seues particularitats, però si eixim al carrer a representar alguna cosa, devem saber que és el que representem.

Ací vos deixe algun exemple de grans moments de Diana.

[youtube https://www.youtube.com/watch?v=c_xsax-DB3s]

[youtube https://www.youtube.com/watch?v=nX1jRv48ImA]

[youtube https://www.youtube.com/watch?v=wKHYuuu-Ylk]

[youtube https://www.youtube.com/watch?v=XIhdatj2Lbw]

Las fiestas de Moros y Cristianos, ¿Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad o de sólo unos pocos?

Hoy vuelvo a hablar de Moros y Cristianos, no lo he podido evitar. Esta mañana me he desayunado con el siguiente titular de la edición digital del diario alicantino Información:

El Congreso aprueba que los Moros y Cristianos de Alcoy sean Patrimonio Mundial

Es éste, un titular muestra inequívoca de un periodismo objetivo, al mismo tiempo que bien documentado (nótese el tono irónico).

Vamos por partes.

El Congreso, al menos de momento, no tienen atribuidas entre sus competencias la de aprobar la declaración de nada como Patrimonio Mundial. Si no me he informado mal (y creo que no), es la UNESCO y sus diferentes organismos, quienes deciden sobre este tema. El Congreso podrá aprobar o instar a que se inicie el procedimiento de candidatura.

Además, la UNESCO, según el art. 1 y 2 de la Convención sobre la protección del patrimonio mundial, cultural y natural, considera como Patrimonio Mundial a monumentos, conjuntos arquitectónicos, lugares (naturales o no), formaciones geológicas o fisiográficas, etc… Por ello es hartamente complicado que unas fiestas puedan ser declaradas Patrimonio Mundial. Entiendo y supongo (sin avanzar en la lectura del artículo) que el titular se referirá a la declaración de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, también competencia de la UNESCO, en donde si podemos clasificar las fiestas populares según la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial.

Teniendo en cuenta este último supuesto, es cierto que existe desde hace varios años un proyecto (o puede que más de uno, porque visto lo visto no tengo nada claro) para presentar la propuesta ante la UNESCO de la declaración de las fiestas de Moros y Cristianos (así, en plural, y generalizando) como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Más adelante hablaremos de este o estos proyectos. En este sentido, me chirría enormemente que el titular concrete únicamente en los Moros y Cristianos de Alcoi.

Cierto es que este análisis crítico del titular del artículo, lo pueden realizar aquellas personas que conocen bien las fiestas de Moros y Cristianos y la actualidad que las rodea. Para cualquier otra persona cuyo interés y conocimiento de esta fiesta sea superficial, la información retenida tras la lectura del titular es, explícitamente, que los Moros y cristianos de Alcoy siguen aumentando su importancia a nivel Mundial (siempre da más sensación de relevancia este adjetivo que no el de Inmaterial) e, implícitamente, que no hay más fiesta de Moros y Cristianos que la de Alcoy (que me parece que era el objetivo del periodista).

También es cierto, que para aquellos que nos adentramos en la lectura del artículo, las cosas se clarifican un poco y, en mi caso, aquellas suposiciones que hacía al inicio, se confirman. Efectivamente en el cuerpo del artículo podemos leer que “la comisión de Cultura del Congreso de los Diputados aprobó ayer, con la unanimidad de todos los grupos, poner en marcha el proceso para que las Fiestas de Moros y Cristianos puedan ser declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, en el apartado Inmaterial, el mismo reconocimiento que tiene el Misteri d’Elx, por ejemplo”.

Mucho más claro, donde va a parar.

Siguiendo con el texto del artículo, se explica que la iniciativa surge del grupo del PP, representado en este caso por Amparo Ferrando, (diputada y alcoyana), con el apoyo del grupo del PSOE, representado por otra diputada, Patricia Blanquer (también alcoyana). Al menos es reconfortante saber que en algo se ponen de acuerdo los dos partidos mayoritarios. Además, según la propuesta, existen 220 fiestas de Moros y Cristianos censadas en 21 provincias españolas.

Bueno, al final parece que hay Moros y Cristianos más allá de Alcoi, pero aun así, no están todos los que son.

Tirando de hemeroteca, ya en 2006 hubo una propuesta similar a ésta que partía del también diputado del PP, Eduardo Zaplana, que daba exactamente estos mismos datos, 220 poblaciones en 21 provincias españolas. Aquella iniciativa no prosperó.

Dos cosas, o el periodista que publicaba el artículo ha hecho lo mismo que yo y tras una búsqueda en Google ha encontrado la referencia a aquella propuesta de Zaplana y ha usado esos datos, o el informe que presentaron Ferrando y Blanquer al Congreso ha salido del cajón en que se guardó aquel que ya en su día presentó Zaplana hace 8 años.

Sea como fuere, esos datos no se ajustan a la realidad actual de las fiestas de Moros y Cristianos en nuestro país ni fuera de él. La celebración de fiestas o representaciones de Moros y Cristianos en España se extiende a prácticamente todo el territorio nacional y sólo en la Comunidad Valenciana ya nos aproximamos a las 200 poblaciones con esta fiesta. Además, existen muestras de representaciones festivas de Moros y Cristianos en cuatro continentes y en América Latina, su arraigo es tal que podrían competir en antigüedad con muchas de las celebraciones de nuestro país, incluídas las de Alcoi (podéis encontrar información a este respecto en mi artículo La fiesta de moros y cristianos: herencia cultural compartida entre España y América). Sería lógico, o al menos a mí me lo parece, que la candidatura incluyera a todas las fiestas de Moros y Cristianos del mundo, aunque creo que este objetivo sobrepasa las miras de ciertos dirigentes del mundo morocristiano.

Pero después de todo esto, lo que más me ha inquietado o preocupado, es que tras la lectura del artículo no sé de donde surge la propuesta de Ferrando, no sé qué entidad o entidades está detrás de dicha iniciativa (aunque lo pueda suponer), puesto que supongo que para llevar una propuesta de este tipo al Congreso, deberá existir un trabajo previo de estudio, investigación, recopilación de datos e información, etc… Por ello he consultado otras fuentes periodísticas pero la información que se da en otros medios es básicamente la misma que la de Información (aunque, eso sí, con otros titulares mucho más neutros).

Es entonces cuando he vuelto a suponer.

He supuesto que, que siendo dos alcoyanas las ponentes o defensoras de tal iniciativa en el Congreso, era posible que la Asociación de San Jorge de Alcoy, estuviera detrás del proyecto tal y como ocurrió en el año 2006. Pero en su web no hay ninguna mención al tema y si hacemos un repaso a la prensa en lo referente a las fiestas alcoyanas en las últimas semanas, parece que la Asociación de San Jorge está suficientemente ocupada apagando ciertos “fuegos“ y resolviendo sus múltiples problemas internos. Parece ser que por fin se alzan voces críticas contra una organización anclada en el pasado.

Y he seguido suponiendo.

Hace poco más de un par de años, concretamente el 14 de mayo del 2012, la Unión Nacional de Entidades Festeras UNDEF, en la persona de su presidente, firmaba en el Club Unesco de Valencia la candidatura de las Fiestas de Moros y Cristianos a ser declaradas Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Incluso se realizó una presentación del proyecto en Expofiesta con la participación de expertos y académicos venidos desde Andalucía, en lo que parecía un esperanzador intento de, por fin, crear un verdadero vínculo entre las diferentes modalidades de celebración de las fiestas de Moros y Cristianos presentes en España. Durante unos meses se estuvo hablando de este tema en ciertos círculos festeros. Es más, el propio presidente de la UNDEF me comentó personalmente la posibilidad de formar parte de alguna de las comisiones de trabajo que se iban a crear. Pero, ahí quedó la cosa, en un comentario. Desde entonces, no había tenido más noticias al respecto de cómo iba el proceso de elaboración de la candidatura o de presentación de la misma. Hasta hoy. Y como decía, he supuesto, que la UNDEF tendría algo que ver con la propuesta de Ferrando en el Congreso, por lo que me he ido a visitar su página web, puesto que un proyecto de tal magnitud debería tener un adecuado seguimiento informativo.

Pues he vuelto a suponer mal. No solo no existe ninguna referencia en la web institucional de la UNDEF al proyecto de declaración de la fiesta como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad y su situación actual, sino que las noticias que se anuncian en dicha web como novedad, datan de octubre del 2013 (al parecer por un fallo informático) y además el link a la página web de Infofiesta, que es el boletín informativo de la UNDEF, no funciona (el eterno y enquistado problema de la “informática” en la UNDEF).

Además de este hecho, lo suficientemente preocupante por sí mismo, me ha surgido una nueva duda respecto de este tan anunciado proyecto que inició la UNDEF en mayo del 2012. Según ya he comentado, la UNDEF a través de su presidente firmaba la candidatura de las fiestas de Moros y Cristianos a ser declaradas Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en colaboración con el Club Unesco de Valencia.

De nuevo me he puesto a suponer. Reconozco que no tenía ninguna referencia y he supuesto que este Club Unesco de Valencia debía de ser un organismo territorial dependiente de la UNESCO a través del cual se inician los trámites (que entiendo que no deben ser pocos) para conseguir ese objetivo final de declaración de Patrimonio de la Humanidad. Tras visitar la web del Club Unesco de Valencia, en ningún momento me ha quedado claro cuál es el papel que juegan en un proceso de candidatura a las Listas de Patrimonio Cultural Inmaterial, únicamente que «colaboran». Esto no es una crítica al Club ni mucho menos, sino a lo que se nos vendió desde la UNDEF respecto de lo que suponía la firma del convenio. Sin duda alguna, trabajar de la mano del Club Unesco de Valencia puede ser una gran ayuda pero no es garantía de nada si el trabajo no se realizaba bien, con seriedad y siguiendo el procedimiento establecido para una candidatura en España, que esta vez sí, suponiendo bien, he encontrado en la web del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y que en la práctica se inicia con la propuesta aprobada ayer en el Congreso.

Pero algo que sí he encontrado en la web del Club Unesco de Valencia es una nueva sorpresa. Resulta que poco después de que la UNDEF firmara el convenio de colaboración, concretamente el 28 de julio de ese mismo año 2012, el presidente de la Sociedad de Festeros del Santísimo Cristo de la Agonía de la localidad valenciana de Ontinyent, firmaba un nuevo convenio con el Club Unesco de Valencia para presentar la candidatura de las fiestas de Moros y Cristianos del municipio a la Lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

No lo entiendo. Puestos a suponer, dado que unos meses antes se había producido el “divorcio” poco amistoso entre la UNDEF y la Sociedad de Festeros de Ontinyent, supongo que en Ontinyent quería ir más allá de lo que pretendía la UNDEF y conseguir la declaración por su cuenta. Y supongo, que el Club Unesco de Valencia no quiso quedar mal con nadie y firmó los dos convenios creyendo que ambas entidades irían de la mano en este camino, algo sin duda poco probable. Pero estas son suposiciones que no puedo corroborar.

Lo que si he podido corroborar, es que en la web de la Sociedad de Festeros de Ontinyent, existe un vídeo de presentación de su proyecto que al menos, plasma parte de la verdadera magnitud que tienen las fiestas de Moros y Cristianos, pues aparecen ejemplos de fiestas de diferentes zonas del territorio nacional pero también del resto del mundo (remito de nuevo a mi artículo para comprender realmente la verdadera extensión de las celebraciones de Moros y Cristianos en todo el planeta).

Porque si hay algo que yo al menos tengo claro y siempre he defendido, es la universalidad de las fiestas de Moros y Cristianos, que si bien tuvieron su origen en España, se extendieron por todo el mundo a lo largo de muchos siglos. Parece por tanto, evidente que si se pretende conseguir la declaración de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, debemos dejar de lado los localismos y las estúpidas disputas sobre la mayor o menor antigüedad de la fiesta, la mayor o menor pureza (¿qué significa esto de la pureza?), el respeto o no de ciertos esquemas propios de zonas determinadas (la tan manida trilogía) y abrir nuestras miras para comprender cuán grande es esta fiesta. Debemos ser ambiciosos y unirnos en entidades que dejen de mirarse su ombligo y comprendan que en la unión, respetando la diversidad, está la fuerza. ¿Acaso compitiendo entre nosotros por intentar demostrar quien hace la mejor fiesta conseguiremos objetivos como el planteado? Por supuesto que no. Pero ¿es que existe alguna fiesta mejor que otras? Por supuesto que no. Lo que sí existe, es un conjunto de circunstancias y elementos antropológicos, culturales, históricos y artísticos, encuadrados en un contexto temporal y socioeconómico muy concreto, que han configurado, configuran y configurarán el nacimiento y desarrollo de los rituales festivos que conforman la fiesta de moros y cristianos de cada población o zona geográfica.

En definitiva, la noticia que ha motivado este post no es una mala noticia, eso está claro, a pesar de lo inadecuado del titular. El problema es que es complicado situarla en un contexto que ofrezca garantías de éxito. Sobre todo, porque atendiendo al proceso que se describe en la web del Ministerio de Educación, cultura y Deporte, al que ya se ha hecho mención anteriormente, y a lo que se afirma en el artículo (que lo que se ha aprobado, no es más que el inicio del procedimiento) quedan por delante al menos 3 años de duro trabajo que debería llevarse a cabo por todo el colectivo morocristiano en su conjunto unido y en plena armonía. Y unión y armonía es lo que menos encontramos en el panorama festero actual, en que cada uno batalla por su cuenta.

Para conseguir un objetivo de este calibre sobre todo hay que creérselo y si entidades como la UNDEF, que debería ser uno de los principales referentes nacionales (cuando no internacionales) en el ámbito de las fiestas de Moros y Cristianos y uno de los principales impulsores de la candidatura, no aparece siquiera citada en la noticias de esta mañana (en ninguno de los diarios que he consultado) y ni siquiera hace una mención en su web o en sus perfiles sociales de la propuesta aprobada en el Congreso, es que algo no funciona bien (el desaprovechamiento que se hace de las redes sociales como medio para llegar a todos los festeros, en los tiempos que corren, es lamentable; como muestra un ejemplo: únicamente 7 twits desde el 18 de diciembre de 2012 hasta hoy).

Pero es que desde hace años, a la UNDEF, su utilidad, como su valor, sólo se le supone.

La UNDEF, la Asociación de San Jorge de Alcoi, la Sociedad de Festeros de Ontinyent, la Junta Central de Villena, los dances aragoneses, las danzas de Moros y Cristianos de América Central, las Morismas mexicanas, la Moreska de Korcula en Croacia, los Moros y Cristianos andaluces, etc… Todo esto y más, debería formar parte de esa candidatura y nosotros, los “recién llegados” a los que muchos nos miran de reojo y por encima del hombro, desde este pequeño rincón de l’Horta valenciana, tendemos nuestra mano para trabajar por y para nuestras fiestas de Moros y Cristianos. Con dignidad y respeto, siempre.

La importancia de llamarse @ernesto #nuevocursonuevosobjetivos

En las postrimerías del pasado curso 2013 – 2014, la Facultad de ADE de la UPV organizó en colaboración con la Asociación Valenciana de Politólogos AVAPOL, la I Jornada Motiva’t para los alumnos del Grado en Gestión y Administración Pública. Dentro del programa de aquella interesante jornada, a la que pude asistir, estaba la intervención, a través de una motivadora ponencia, de Pablo Adán Micó. Pablo es experto en marca personal y comunicación y habló sobre la gran importancia que en nuestros días tiene definir correctamente nuestra identidad digital, ofreciendo una imagen en la Red acorde con nuestra personalidad, con lo que queremos mostrar de nosotros y con lo que buscamos a través de nuestra presencia en internet.

Es evidente que en la actualidad, como afirma Ana Ortiz Taboada «la Red se ha convertido en una de las principales fuentes de reclutamiento. Tener una Identidad Digital completa, coherente, que aporte valor, que demuestre talento, se ha convertido no sólo en una prioridad y sino también en una obligación, sobre todo para aquellas personas que buscan trabajo o un cambio de trayectoria profesional. Tener una buena Identidad Digital y saber gestionarla nos permite tener una visibilidad en el mercado impensable hasta el momento, y además no sólo se trata de una visibilidad nacional, sino que también podemos proyectarnos de manera internacional si nuestros intereses van en esa línea.»

El final del curso 2013 – 2014, ha supuesto mi graduación en Gestión y Administración Pública. Hace mucho tiempo inicié estudios universitarios, que dejé apenas empezar por motivos personales, y tras cerca de 18 años desde aquel momento, he podido sacarme la espina y soy por fin titulado universitario (un xic en carrera, como diría mi abuela). Esto ha abierto ante mi nuevas perspectivas laborales, pero también es evidente que la competencia es enorme y que es necesario lograr diferenciarse para conseguir los objetivos planteados.

Pues bien, empujado por aquella ponencia y por esta necesidad, he decidido que debía poner en orden mi identidad digital. Por ello os presento el nuevo diseño de mi blog así como mi nueva web personal. Ambas páginas están enlazadas y además, desde la página web se puede acceder a todos mis perfiles públicos en las redes sociales. También espero poder mantener una actividad más regular a través de este blog, hablando sobre esas tribulaciones del subtítulo del blog, que seguramente, además de preocuparme a mi, les preocupan a muchos de ustedes.

Al contrario que Jack Worthing y su doble vida en la obra de Oscar Wilde, la identidad digital debe ser reflejo de nuestra identidad física, de lo contrario ¿con quién acabará casándose Cecily?