Los Moros y Cristianos, un alemán y la UNDEF.

No lo he podido evitar. Aquí estoy de nuevo para hablar de Moros y Cristianos. Desde hace un par de semanas tenía pensado escribir una entrada para contar una anécdota que me ocurrió aquí, en la Universidad de Ansbach, en plena Franconia alemana (sí, aunque pueda sorprender, una anécdota relacionada con los Moros y Cristianos en estos lares), pero he ido dejando pasar los días, pues el intenso (y urgente) trabajo me impedía dedicar unos minutos a ese menester.

Pero entre ayer y hoy, dos hechos me han empujado irremediablemente a dejar por un momento las búsquedas bibliográficas y los textos académicos para escribir estas líneas, pues el desasosiego que me ha producido la primera de esas circunstancias (la ocurrida ayer), me tenía bastante inquieto. Así que aquí os dejo mis tribulaciones, por si alguien es tan insensato de perder su tiempo leyéndolas.

Si he de ser sincero, anoche estuve a punto de escribir la entrada y al final, me contuve. Pero hoy ha sido imposible hacerlo, sobre todo al recibir vía Whatsapp ciertos mensajes y fotografías desde mi querido Torrent, que han avivado la llama festera en mi interior (obviamente, este es el primer lance al que he hecho referencia).

Los recién escogidos cargos festeros para las próximas Fiestas de Moros y Cristianos de Torrent del 2016, encabezados por el capitán del bando moro y sus Califats Sarraïns, han organizado una fantástica comida (por lo que he podido percibir en las fotos) a la que han acudido un gran número de amigos. Sin duda, me hubiera gustado estar allí y todos ellos lo saben bien. Aprovecho para enviarles un fuerte abrazo.

A la vista de las fotos que me han ido llegando, no he podido dejar de pensar en uno de los aspectos fundamentales que tiene la fiesta de Moros y Cristianos, su papel socializador, cohesionador y de apuntalamiento de la colectividad. Ese colectivismo que promueve una fiesta como la nuestra, es uno de los valores fundamentales de nuestra cultura y un sustento esencial para la sociedad en general. Más allá de los aspectos históricos o culturales, de los que ya he hablado en otras ocasiones, estos aspectos sociales son esenciales para la supervivencia de la fiesta.

Un claro ejemplo del papel socializador del que hablo es la anécdota que en principio iba a motivar esta entrada. Vamos con ella y comprobaréis que al final todo está interrelacionado.

Los alemanes tienen fama de ser serios y distantes (o al menos, de serlo más que nosotros), y aunque supongo que habrá de todo, ciertamente por lo general esa es la primera impresión que causan. Pues bien, como decía al principio, hace un par de semanas, presentándome a uno de los profesores del Máster que responde a ese arquetipo y tras comentar brevemente mi experiencia profesional, me preguntó por mi afición favorita. Lógicamente, antes de decirle directamente que la actividad que ocupa prácticamente todo mi tiempo libre son los Moors and Christians (el idioma en el que me desenvuelvo es el inglés), preferí explicarle que mi afición era organizar y participar en una serie de representaciones históricas que conmemoran las batallas de la época de la Reconquista. Pensé que diciéndole directamente el nombre de nuestra fiesta no entendería de que se trata, pero me llevé una enorme sorpresa, pues cuando todavía no había acabado de hacer mi explicación, me interrumpió y con un español típicamente alemán y cambiando totalmente la expresión de su rostro con una enorme sonrisa, espetó:

– Oooooh! Jaaa, los Mourrrosss y Crrristienos!!

Podéis imaginar mi tremenda sorpresa y alegría al oírle pronunciar esas palabras. Os puedo asegurar, que desde ese momento, el tono de la conversación cambió totalmente, creándose un clima mucho más distendido y cómodo para los dos, e incluso las posturas y los rostros de ambos se relajaron convirtiendo el diálogo en una charla amigable. El profesor me explicó que conoce las fiestas de Moros y Cristianos de Alcoy y las de Llutxent, donde tiene amigos. Y precisamente destacó lo a gusto que se encuentra cuando los visita con motivo de las fiestas, por el trato que recibe, pero sobre todo por el carácter social de la fiesta (es profesor de Gestión y Comunicación Intercultural, entre otras cosas, por lo que digo yo que sabrá de lo que habla).

Con esto quiero mostrar el enorme poder que esta fiesta tiene para crear lazos entre las personas. Y una vez más, me remito a la frase de un gran amigo y festero: “la fiesta de Moros y Cristianos es la mejor manera que conozco de hacer amigos”.

Retomemos ahora la segunda de las circunstancias, la ocurrida ayer, que me ha empujado a escribir el post y enlazaré con lo comentado hasta ahora. Resulta que en la habitual revisión que suelo hacer de ciertas páginas dedicadas a la información de Moros y Cristianos, encontré un enlace a una noticia con este titular: “Los arcabuces revientan a la UNDEF. Diversas poblaciones podrían crear una asociación paralela”. Echadle un vistazo y comprenderéis de lo que hablo a continuación.

Al profundizar en la lectura del artículo, vuelvo a constatar una vez más algo que ya he comentado en otras ocasiones, la inoperancia de una entidad que vive anclada sobre no sé bien que objetivos. O más que inoperancia, pasividad o incluso apatía. Es evidente, que esta nave necesita un cambio radical de rumbo o la deriva la llevará al abismo.

Y no hablo sólo de un cambio de estatutos o de reglamento (que aunque realizado de forma efectiva, creo que ha sido una ocasión perdida para iniciar dicho cambio de rumbo), ni de un cambio de personas (siento un alto aprecio y estima por las personas a las que conozco de la actual Junta Directiva de la UNDEF y valoro su capacidad). Hablo de un cambio radical de actitud, de objetivos, de estrategia, una refundación si se quiere utilizar la expresión. En otras ocasiones he hablado de falta de ambición en la gestión de una entidad que aspira a ser “nacional” y que agrupa sólo a un porcentaje muy pequeño de las poblaciones festeras españolas; también he hablado de estrechez de miras, pues los modelos de la fiesta van mucho más allá de la tan manida “Trilogía Festera”; pero de lo que hablo ahora creo que es lo más grave de todo. La UNDEF está perdiendo su carácter social.

Mi primer contacto con la UNDEF se remonta a la entrada de Moros y Cristianos de Calpe en octubre del año 2006. Aquel día acudí a la tribuna de autoridades festeras del municipio costero alicantino representando a la Junta de Fiestas de mi localidad natal, Muro del Alcoy, de la que era Cronista de Fiestas. Desde entonces he mantenido un contacto continuado con la UNDEF, al pasar luego a ser Presidente de la citada Junta de Fiestas y más adelante Vicesecretario y también Presidente de la Federación de Moros y Cristianos de Torrent.

Durante todos estos años, en el seno de la UNDEF se ha hablado, se ha debatido, se ha discutido mucho sobre muchas cosas, pero lo cierto es que al final, los problemas más importantes que tenía la fiesta por resolver en 2006, son básicamente los mismos problemas importantes que tiene la fiesta por resolver a finales de 2015 (y no voy a entrar de nuevo a comentarlos).

En muchas ocasiones, conversando con colegas de otras poblaciones, surgía en mitad del diálogo una pregunta a la que nadie sabíamos dar una respuesta concreta: “¿Para qué sirve la UNDEF?” Al final, y tras intentar sacar aspectos positivos de nuestra pertenencia a la entidad (en temas de gestión siempre nos hemos quedado con el Convenio del Seguro que es con diferencia lo que más nos ha beneficiado a las poblaciones, y no todas), siempre llegábamos a la misma conclusión: lo más positivo y lo que más valor da a la UNDEF es el contacto entre poblaciones, los lazos creados, en definitiva la socialización y el colectivismo de los que he hablado antes. Que por otro lado, ya son aspectos muy importantes por sí mismos.

Pero es que ya ni eso. De la lectura del artículo que he citado antes, además de quedar claro el descontento de ciertas poblaciones en los temas de gestión, es evidente el desencanto existente entre dichas poblaciones. Las tres localidades con más número de festeros que tenía la UNDEF han salido de ella en los últimos años y según parece otras están pensando en hacer lo propio. Pero lo grave no es eso, lo grave es que están pensando en crear una asociación paralela, porque la UNDEF no es capaz de cubrir la necesidad primera y fundamental de las Juntas Festeras entendidas como individuos: de nuevo, la socialización, el colectivismo, la pertenencia a un grupo.

Recientemente, he dejado, por cuestiones profesionales, la presidencia de la Mancomunitat Festera de Moros i Cristians MAFEMiC, que agrupa a varias poblaciones de las comarcas del norte de la provincia de Valencia. La semilla de esta entidad es precisamente ese sentimiento de aislamiento de ciertas poblaciones pertenecientes a la UNDEF que no se sentían parte de un colectivo (algo similar a lo que ocurre en las poblaciones del artículo, aunque en este caso nunca pensamos en dejar la UNDEF). Al inicio del proyecto se le dejó bien claro a la UNDEF que MAFEMiC no era un competidor, sino un aliado. Podía ser una magnífica oportunidad para servir de puente entre la UNDEF y una enorme cantidad de poblaciones festeras jóvenes con ganas de crecer, de hacer las cosas bien. Pero siempre se nos miró con recelo y la UNDEF se ha mantenido como siempre, anclada sobre no sé bien que objetivos, esperando que sean las poblaciones quienes se acerquen a ella, cuando no ofrece ningún incentivo para que eso ocurra.

Seguramente todos los que formamos la UNDEF tenemos parte de culpa de esta situación, pero para poder revertirla, tiene que ser la propia UNDEF la que de forma definitiva leve anclas, fije un rumbo claro y sea quien se acerque a aquellos que han dejado de creer en ella. Sólo de esta forma, volverá a tener sentido.

Almendros gigantes

Hay recuerdos que nunca se pueden olvidar; son situaciones vividas que quedan plasmadas en nuestra memoria, indelebles al paso de los años, y que de forma recurrente retornan a nosotros en momentos puntuales de nuestra vida.

Desde que empezó este mes de septiembre, hace 15 días, estoy en Madrid trabajando como becario de investigación en el Centro de Ciencias Humanas y Sociales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, la institución pública más importante de España dedicada a la investigación científica. Se trata de una estancia breve de dos meses pero que podría ayudarme a abrirme importantes puertas en un futuro. Del mismo modo que lo puede hacer la finalización del máster que a partir de octubre (mes en el que voy a estar a caballo entre Madrid y Alemania) voy a estudiar en la Universidad de la localidad alemana de Ansbach.

Todas las mañanas tomo la Línea 28 de autobús, que me lleva desde la Avda. Marqués de Corbera con Ricardo Ortiz hasta la Calle Emilio Muñoz con Santa Leonor, para seguir diez minutos a pie y llegar a la Calle de Albasanz donde se encuentra situado el CCHS. Al llegar al centro, recojo la llave de mi despacho en la portería y antes de llegar al mismo, en la tercera planta del ala derecha del edificio, junto al resto de instalaciones del Instituto de Políticas y Bienes Públicos, saco un café largo de la máquina que hay en el pasillo y que a esas horas de la mañana me sabe a gloria.

Esta mañana, justo al llegar al despacho y sentarme frente al ordenador, mientras removía el café, al ver mis manos sosteniendo el vaso, se ha producido uno de aquellos momentos de los que hablaba.

No sé bien que época del año sería, pero deduzco que podríamos encontrarnos en las primeras semanas de otoño, ya que creo recordar que mi padre estaba podando los almendros que crecían vigorosos en aquella fértil partida de tierra, que en el pueblo todo el mundo conoce como El Parral. Yo no debía tener mucha más edad que la que hoy en día tiene mi hijo, unos 11 años. Solía acompañar habitualmente a mi padre a realizar las labores del campo siempre que mis obligaciones escolares lo permitían, en fines de semana y vacaciones. Y solía ayudarle en la medida de mis posibilidades.

Ese día fue diferente. Había en El Parral un almendro seco que debía ser arrancado y reemplazado por un árbol joven, pues no se podía desaprovechar ni un pedazo de aquella tierra que año tras año ofrecía un magnífico rendimiento a la economía familiar. Lo habitual hubiera sido contratar a alguno de los vecinos del pueblo que en aquella época disponían de tractor (mi padre contaba entonces con un motocultor), para que mediante unas cadenas tirara del árbol hasta desprender sus raíces del suelo y de esta forma despejar el terreno. Pero contratar este servicio por un solo árbol, resultaba poco rentable y en estos casos, mi padre solía arrancar el árbol a mano, con azada y azadón. Con suerte, si las raíces no estaban muy profundas, la operación se podía demorar un par de horas. Pero en algunas ocasiones este tiempo podía aumentar considerablemente.

El hecho es que aquel día fui yo el que tomó la azada. Le dije a mi padre que yo arrancaría el almendro. Tras insistir en si estaba seguro, asintió y yo me puse manos a la obra. La batalla contra aquel almendro seco, que en ocasiones se me antojaba un gigante amenazador, cual molino de viento cervantino, fue agotadora. En repetidas ocasiones, mi padre me instó a dejar la ingrata tarea, a lo que yo me negué repetidamente, y al ver mi empeño y obstinación, sus requerimientos a abandonar la contienda, se tornaron en voces de ánimo. El sudor empapaba toda mi ropa, mis brazos se atenazaban a causa del esfuerzo de manejar una herramienta que me igualaba en altura y en mis tiernas manos cada vez aparecían más ampollas, por el roce con la madera del mago de la azada; pero yo apenas les prestaba atención, pues me centraba en derrotar al gigante.

Y lo vencí. Agotado y exhausto, al final de aquella mañana, observaba, henchido de orgullo, como el almendro Goliath yacía en el suelo derrotado. No voy a contar el recibimiento de mi madre cuando regresamos a casa y vio mis manos de niño llenas de ampollas. Evidentemente la mujer se enojó y reprendió a mi padre por consentir aquello. Pero él la acalló, explicándole con todo lujo de detalles, como aquel niño de 11 años había sido capaz de arrancar el almendro seco. Y yo, de pie junto a la puerta, con las piernas aún temblorosas por el esfuerzo realizado, lejos de sentir dolor en las manos o en los brazos, escuchando atentamente, sentía una enorme satisfacción sin saber exactamente porque.

Las manos que veía esta mañana, aun siendo unas manos robustas y fuertes, ya no presentan el aspecto áspero y rudo de hace unos años. Las ampollas ahora salen en el corazón por el roce de la distancia y el agotamiento, es más psicológico que físico. Este almendro seco que empecé a arrancar hace ahora 5 años, también me pilló a deshora, como aquel de los 11 años, y se me antojaba todavía más gigantesco si cabe. A punto estuvo de vencerme, al principio, cuando levantar la azada del estudio suponía un sacrificio que ya tenía más que olvidado.

Pero aquellas lejanas voces de desánimo que me llevaron a desviar mi camino para no encontrarme con este almendro gigante, se tornaron en el mayor de los impulsos al encontrarte a ti. Y ahora desde aquí, viendo el almendro ya tambaleándose, no me queda más que seguir cavando para volver a sentir aquella satisfacción de niño cuando esté de pie junto al almendro gigante en el suelo y contigo de la mano. Te lo debo.

La importancia de llamarse @ernesto #nuevocursonuevosobjetivos

En las postrimerías del pasado curso 2013 – 2014, la Facultad de ADE de la UPV organizó en colaboración con la Asociación Valenciana de Politólogos AVAPOL, la I Jornada Motiva’t para los alumnos del Grado en Gestión y Administración Pública. Dentro del programa de aquella interesante jornada, a la que pude asistir, estaba la intervención, a través de una motivadora ponencia, de Pablo Adán Micó. Pablo es experto en marca personal y comunicación y habló sobre la gran importancia que en nuestros días tiene definir correctamente nuestra identidad digital, ofreciendo una imagen en la Red acorde con nuestra personalidad, con lo que queremos mostrar de nosotros y con lo que buscamos a través de nuestra presencia en internet.

Es evidente que en la actualidad, como afirma Ana Ortiz Taboada «la Red se ha convertido en una de las principales fuentes de reclutamiento. Tener una Identidad Digital completa, coherente, que aporte valor, que demuestre talento, se ha convertido no sólo en una prioridad y sino también en una obligación, sobre todo para aquellas personas que buscan trabajo o un cambio de trayectoria profesional. Tener una buena Identidad Digital y saber gestionarla nos permite tener una visibilidad en el mercado impensable hasta el momento, y además no sólo se trata de una visibilidad nacional, sino que también podemos proyectarnos de manera internacional si nuestros intereses van en esa línea.»

El final del curso 2013 – 2014, ha supuesto mi graduación en Gestión y Administración Pública. Hace mucho tiempo inicié estudios universitarios, que dejé apenas empezar por motivos personales, y tras cerca de 18 años desde aquel momento, he podido sacarme la espina y soy por fin titulado universitario (un xic en carrera, como diría mi abuela). Esto ha abierto ante mi nuevas perspectivas laborales, pero también es evidente que la competencia es enorme y que es necesario lograr diferenciarse para conseguir los objetivos planteados.

Pues bien, empujado por aquella ponencia y por esta necesidad, he decidido que debía poner en orden mi identidad digital. Por ello os presento el nuevo diseño de mi blog así como mi nueva web personal. Ambas páginas están enlazadas y además, desde la página web se puede acceder a todos mis perfiles públicos en las redes sociales. También espero poder mantener una actividad más regular a través de este blog, hablando sobre esas tribulaciones del subtítulo del blog, que seguramente, además de preocuparme a mi, les preocupan a muchos de ustedes.

Al contrario que Jack Worthing y su doble vida en la obra de Oscar Wilde, la identidad digital debe ser reflejo de nuestra identidad física, de lo contrario ¿con quién acabará casándose Cecily?

La gente que me gusta

(Hoy, una nueva amiga, en Facebook, me ha recordado un maravilloso texto del genial Mario Benedetti. Se lo tomo prestado; gracias Mayte.)

Para ti A. y para esa familia que llegó en una nave espacial.

Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace. La gente que cultiva sus sueños hasta que esos sueños se apoderan de su propia realidad.

Me gusta la gente con capacidad para asumir las consecuencias de sus acciones, la gente que arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien se permite huir de los consejos sensatos dejando las soluciones en manos de nuestro padre Dios.

Me gusta la gente que es justa con su gente y consigo misma, la gente que agradece el nuevo día, las cosas buenas que existen en su vida, que vive cada hora con buen ánimo dando lo mejor de sí, agradecido de estar vivo, de poder regalar sonrisas, de ofrecer sus manos y ayudar generosamente sin esperar nada a cambio.

Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente, pero sin lastimarme ni herirme. La gente que tiene tacto.

Me gusta la gente que posee sentido de la justicia. A estos los llamo mis amigos.

Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría y la predica. La gente que mediante bromas nos enseña a concebir la vida con humor. La gente que nunca deja de ser aniñada.

Me gusta la gente que con su energía, contagia.

Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos razonables a las decisiones de cualquiera.

Me gusta la gente fiel y persistente, que no desfallece cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata.

Me gusta la gente de criterio, la que no se avergüenza en reconocer que se equivocó o que no sabe algo. La gente que, al aceptar sus errores, se esfuerza genuinamente por no volver a cometerlos. La gente que lucha contra adversidades.

Me gusta la gente que busca soluciones.

Me gusta la gente que piensa y medita internamente. La gente que valora a sus semejantes no por un estereotipo social ni cómo lucen. La gente que no juzga ni deja que otros juzguen.

Me gusta la gente que tiene personalidad.

Me gusta la gente capaz de entender que el mayor error del ser humano, es intentar sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón.

La sensibilidad, el coraje, la solidaridad, la bondad, el respeto, la tranquilidad, los valores, la alegría, la humildad, la fe, la felicidad, el tacto, la confianza, la esperanza, el agradecimiento, la sabiduría, los sueños, el arrepentimiento y el amor para los demás y propio son cosas fundamentales para llamarse GENTE.

Con gente como ésa, me comprometo para lo que sea por el resto de mi vida, ya que por tenerlos junto a mí, me doy por bien retribuido…

Mario Benedetti

Oficiales y peones

A mi abuelo, del que heredé,
entre otras muchas cosas,
mi “mapa” del mundo.

Hace muchos meses que no me asomaba por esta ventana. Lo echaba de menos, la verdad. Otras muchas cosas me quitaban el tiempo necesario para escribir en el blog.

Como propósito de año nuevo me he planteado, al contrario de lo que hacen otros, salir más asiduamente a fumar a este patio de luces virtual (y de sombras, en ocasiones) y dejar que todos aquellos vecinos “cotillas” (con todo mi cariño) que lo deseen, puedan escudriñar las reflexiones que, entre calada y calada, exhalo en forma de aros de humo.

Al hablar de tabaco siempre me viene a la cabeza mi abuelo materno. Desafortunadamente fumaba mucho, demasiado. Fumaba Celtas Cortos (sí, también cuando oigo cantar a Jesús Cifuentes me acuerdo de mi abuelo) de aquellos sin filtro, que me enviaba a comprar con 30 ptas. para que con las sobras me pudiera comprar un Cheiw Junior. Era un hombre serio y de pocas, pero muy acertadas palabras, como lo es la mayoría de la gente mayor curtida en la vida por las largas jornadas de trabajo y grandes sacrificios, para sacar adelante a toda una familia con muy pocos medios.

En mi infancia, uno de los mejores momentos del día, era sin duda, la hora del desayuno. Mi madre trabajaba y su jornada empezaba muy temprano, por lo que era mi abuela la que me despertaba para ir al colegio. El día comenzaba con la sintonía de La Saga de los Porretas y las aventuras de don Segismundo y continuaba con las noticias de Matinal Ser con Iñaki Gabilondo. Escuchar la radio por las mañanas era todo un ritual para mi abuelo. Recuerdo el disgusto que le supuso tener que deshacerse de su viejo transistor Selga, y su característica funda de piel, por no admitir ya más reparaciones.

Este no s’escolta igual, on vas a parar!– decía cuando entró en casa aquel radio-cassette Grundig con auto-avance, doble pletina y ¿¡FM!?.

Para mí, el ritual matinal consistía en sentarme a su lado y desayunar, junto a él, un plato de aquellas maravillosas sopas calientes de leche y azúcar con pan del día (o de la semana) anterior. Creo que en realidad, aquel extremadamente sencillo plato era lo único que mi abuelo sabía “cocinar”, pero a mí me sabía a auténtica gloria. De hecho, ya de adolescente, cuando compartía con mis amigos las primeras noches de fiesta nocturna, retrasaba a propósito mi llegada a casa (algunas veces, no tan a propósito) para hacerla coincidir con el momento en que mi abuelo se sentaba a desayunar sus eternas sopas calientes de leche y pan.

Yo tomaba cada cucharada justo al ritmo en que él tomaba las suyas y al observarme de reojo, una sonrisa asomaba en su rostro. De vez en cuando, alguna de las noticias que se escuchaban en la radio, le hacían levantar la vista y mirar al transistor, como si fuera el propio Iñaki Gabilondo el que estuviera sentado sobre la repisa del sencillo aparador, que conformaba el principal elemento del sobrio mobiliario de aquel salón.

“[…] y finalmente ayer 12 de junio de 1985, en el Salón de Columnas del Palacio Real de Madrid, Felipe González, firmó el Acta de Adhesión de España a las Comunidades Europeas, tras lo cual realizó las siguientes declaraciones […]

Las cejas de mi abuelo se alzaban en esos momentos, de forma que las profundas arrugas que cruzaban su frente, se remarcaban más de lo que ya era habitual y con una mezcla de sorpresa y extrañeza, lanzaba al aire una expresión tan valenciana como inhabitual en los tiempos que corren. pero que yo siempre llevo en mi memoria:

– Votoadéu!!

– Qué passa iaio?

– Qué vol dir eixò Daniel?

– Que Espanya s’uneix a altres països europeus per tindre més força, iaio.- Esta simple explicación es la que por aquella época nos daban en el colegio de tan histórico acontecimiento, y es la que le transmití a mi abuelo.

Sus cejas se relajaban tras las aclaraciones que yo, mejor o peor le podía hacer al respecto de sus dudas. Bajaba de nuevo la mirada, sonreía complacido, tomaba otra cucharada y entonces razonaba:

– Bé!, eixò no és roïn. Treballant en quadrilla la faena condix més. Però tots a una. Quan algú és posa galons… fa treballar als altres i ell només mira, malament!! Ara que… sempre hi han oficials i peons en una quadrilla…

Y así transcurría el desayuno hasta que llegaba el momento de salir de casa e ir al colegio.

Veintinueve años y medio después, frente a la pantalla del portátil en lugar de frente al transistor, con un café con leche en la mano en lugar del añorado plato de sopas calientes de leche con pan, he leído en la prensa del día:

“[…]la Comisión Europea presentará el próximo día 29 el informe completo que ha preparado junto con los expertos del Banco Central Europeo tras la última visita a España de la troika […]España abandonará oficialmente el programa […] Esta «salida limpia» no pondrá fin -pero sí relajará- la vigilancia […]”

Mis cejas se han alzado en esos momentos, de forma que las arrugas que cruzan mi frente, se han remarcado más de lo que ya es habitual y con una mezcla de sorpresa y extrañeza, he lanzado al aire una expresión tan valenciana como inhabitual en los tiempos que corren, pero que me ha venido a la memoria al recordar una mañana de junio de 1985 junto a un transistor y un plato de sopas calientes de leche con pan:

– Votoadéu!! Iaio, al final, peons!!

Sólo he echado de menos la sonrisa de mi abuelo.

Sembrant festa a Alcàsser

A Sergio, Vivi, Andreu i Laia.

A estes altures del curs, comença a complicar-se el fet de trobar un poc de temps per escriure al blog, però no podia deixar de fer-ho per parlar de la Filà Guardians de la Torre d’Alcàsser.

Alguna vegada ja he dit, que la festa de moros i cristians no és o no deu ser, un vedat privat on per accedir es deu tindre un pedegree, en forma de tradició històrica que justifique la seua celebració. La festa de moros i cristians és un patrimoni cultural i una manifestació festiva complexa amb molts anys d’història i en contínua evolució.

Qué vull dir amb allò de que la festa de moros i cristians està en contínua evolució? Doncs per exemple, que tenint en compte que la primera refèrencia històrica que es pren com origen de les representacions festives de moros i cristians data de 1150 a Lleida (en futures entrades al blog aprofundirem en aquest tema), un referent al mon fester llevantí com és la festa d’Alcoi, va tardar més de 5 segles en apareixer lligat a d’elles. És a dir,  la història dels moros i cristians és tan llarga que aquelles poblacions que han anat afegint-se progresivament a la seua representació, per importants o respectades que siguen ara, foren novelles en el seu dia i incorporaren al seu cicle festiu una manifestació que poc a poc han anat moldejant i que poc té que vore en el model imperant dels seus inicis i en la festa que celebraran d’ací 200 anys.

Doncs be, els Guardians de la Torre d’Alcàsser s’acostaren a aquesta festa ara fa tres anys i la veritat és que espere que no se’n separen mai. El maig de 2010, dos bons amics, Sergio i Raul i les seues respectives famílies, visitaren les festes de Muro, on jo era president de la seua Junta de Festes i des d’aquell moment iniciaren amb il.lusió l’aventura de crear una filà cristiana a un poble on únicament existien dos filaes mores des de feia uns pocs anys.

El passat dia 29 de setembre vaig tindre l’honor de desfilar amb la vestimenta oficial dels Guardians a l’entrada d’Alcasser i a més com a cabo d’esquadra. I dic honor, perquè desfilar amb gent que tanta il.lusió posa en el que fa, que tant de respecte demostra per la festa de moros i cristians i que tan receptiva es mostra a qualsevol consell o suggerència per tal de millorar-la al seu poble, no pot despertar en mi cap altre sentiment. Bo, açò no és del tot cert, també desperta en mi un enorme sentiment d’alegria per vore com de viva està la festa de moros i cristians.

Gràcies amics Guardians!

 

Nostàlgia alacantina (i 2): Benasau.

Des de fa unes setmanes tenia pendent aquesta entrada al blog, me la devia i sobre tot li la devia al poble de Benasau i la seua Comissió de Festes 2012 que confiaren en mi per fer de pregoner a les festes patronals d’aquest any.

Sense cap dubte, la data del 18 d’agost quedarà gravada en la meua memòria com un dels dies més emotius que he viscut al poble de Benasau. Aquest dia vaig llegir davant tota la gent del poble el pregó de festes que pocs dies abans i totalment per sorpresa, m’encomanà la Comissió de Fetses 2012.

L’orquestra a la Plaça l’Església, el lloc on havia de fer-se la presentació de la Comissió, estava a mig muntar apenes 10 minuts abans de l’acte i a l’escenari s’havia preparat un sistema de micròfons de circumstàncies i a més, ens havíem de conformar amb la il.luminació de la pròpia plaça, sense cap focus adicional. Tot açò feia que els nervis que ja tenia es multiplicaren.

Una mirada de complicitat amb el meu germà, membre de la Comissió, i saber que entre el públic tenia a la meua família em reconfortà. Quan Bea i Lìdia ens cridaren a l’alcaldessa i a mi per pujar a l’escenari, el cert és que se m’oblidà que no hi havia massa llum, que el so no era el millor i que les mirades, moltes d’elles de sorpresa en veure’m allí dalt, es centraven en la meua persona.

En aquell moment vaig començar a recordar, i tot el que havia escrit al pregó i anava llegint, ho visualitzava mentalment revivint històries i vivències que m’han moldejat com a persona.

Fou, com deia, molt emotiu i la reacció de la gent m’emocionà realment.

Vos deixe aquell pregó al següent enllaç per compartir amb tots vosaltres aquesta meravellosa experiència.

PREGÓ DE FESTES, BENASAU 2012.

P.D. La nit tingué un colofó espectacular amb l’Orquestra Óxido. Enhoarabona a la Comissió de Festes 2012 de Benasau.

Les beques de la «Dipu», l’Ajuntament de Torrent i el factor humà.

Qualsevol despedida sempre deixa un regustet amarg pel que es queda enrere i la de hui no podia ser una excepció.

Hui han finalitzat els dos mesos de duració del programa de beques formatives «La Dipu te Beca», programa aquest al que estava adherit l’Ajuntament de Torrent i en el que han participat un total de 80 joves torrentins (o no tan joves).

Vaig poder superar el procés de selecció per accedir a una d’aquestes beques, (per això deia allò de no tan joves) i la veritat és que el balanç que puc fer d’aquesta experiència no pot ser més que positiu.

Pot haver pràctica millor per a un estudiant de Gestió i Administració Pública que treballar precisament en una administració? Evident i rotundament, no. És, sense cap dubte, la forma més directa de dur a la pràctica tots aquells fonaments teòrics que van adquirint-se a la Universitat. Cert és, per altra banda, que dos mesos no donen per a massa, però són suficient per comprovar que molts d’aquells fonaments teórics són, no sols necesaris, sino imprescindibles, per treballar eficaç i eficientment al mon reial, i també que d’altres dels coneixements adquirits, en la pràctica són molt complicats d’aplicar perquè hi ha una factor que no es controla, les persones.

Torrent és una gran ciutat, i no sols perquè ho diga un decret, sino perque és evident soles observant i escoltant el dia a dia al carrer, encara que, i conste que també ho he comprovat personalment, mantinga esperit de poble.

Això jo ja ho sabia abans de encetar la meua vida ací… però és ara, després d’aquestos dos mesos a l’Ajuntament (al Departament de Mobilitat, per ser més concret) quan em done compte de la vertadera magnitud d’aquesta població i del volum treball que té la seua administració local. Més de 80.000 ànimes, cadascuna d’un pare i una mare, són més de 80.000 històries diferents, 80.000 calaixos plens, i de vegades també buits, de queixes, peticions, preguntes, esperances, desesperances, il.lusions, desil.lusions, problemes, suggerències… i totes les que acudeixen a l’Ajuntament, independenment del departament, ho fan pensant que eixiran d’allí amb les coses més clares que les tenien a l’entrar.

La llàstima és que de vegades no és així, unes vegades perquè els procediments no ho permeten i altres perque els plantejaments o problemes del ciutadà van més enllà del que és possible solucionar a l’administració. En ocasions el funcionari de torn, ha de canviar el telèfon i l’ordinador per la butaca i el divà i es converteix en psicòleg, intentant reconfortar en el que és possible a un ciutadà carregat de preocupacions o a un altre amb l’ànim un poc, o un molt, exaltat pel que ell considera una injustícia. «No estem per a d’açò» diuen alguns d’aquestos funcionaris, però el ben cert és que ho fan i de vegades més enllà de la seua capacitat per fer-ho. En altres ocasions és el ciutadà el que suporta un funcionari ineficaç o incompetent (en la majoria dels casos per formació inadequada, que no escassa), o un d’aquells que forjaren la imatge clàssica del funcionarat, dels que sortosament cada vegada en queden menys.

L’administarció, a tots els nivells, ha anat canviant però molt lentament i a pesar dels grans pronunciaments teòrics, dels diferents corrents o models d’organització que predominen o han predominat en cada època, hi ha una cosa que sempre cal tindre en compte, i que casi mai es té: en una administració, tant a un costat de la finestreta com a l’altre, hi han persones, i cadascuna d’elles, com deia la meua iaia, amb «un reiet en el seu cor».

Precisament, si en alguna cosa m’he de quedar d’aquestos dos mesos a l’Ajuntament de Torrent, em quede amb les persones, els grans profesionals amb els que he compartit este temps, els becaris que m’han acompanyat en el Departament i tots i cadascun d’aquells ciutadans que s’han acostat a la meua taula i que espere hagen tornat a casa amb les coses més clares que les tenien abans de fer-ho.

Eixa és la idea, no?

Nostàlgia alacantina (1)

«Y sobre los cantos rodados donde las ramblas acaban en calas desiertas y las barcas encalladas se descomponen por la sal, el mar parece una gran laguna, un espejo del sol donde tan solo se oye su azul respiración.»

José Manuel Almerich Iborra

Ha sigut aquest un cap de setmana de platja, descans i tranquilitat a la Platja de l’Albir, tal i com vaig avançar en l’última publicació.

Com si fos una benviguda inesperada, divendres només arribar vora mar, als peus de la Serra Gelada, la senyal d’alerta del meu telèfon mòbil em feia obrir el Facebook, on trobava les paraules de José Manuel Almerich, escriptor torrentí i savi dels camins i les sendes valencianes (per cert, quí millor per descriure un paratge o paisatge valencià!) que enceten aquesta entrada. Li les prenc prestades.

Com deia, divendres de vesprada eixiem de Torrent cap a Alfás del Pi agafant l’autopista AP-7. Tal i com anàvem acostant-nos cap a la província d’Alacant i amb la tranquilitat de anar al seient del copilot gaudint de les vistes, el paisatge anava cada vegada tornant-se més familiar.

Fa més de dos anys que Torrent i l’Horta s’han convertit en ma casa i ja m’he fet a d’ells, dia a dia vaig descobrint-los i dia a dia augmenta l’estima que els tinc. Però per a qui a nascut i s’ha criat entre muntanyes i serralades, tornar a veure eixos cims majestuosos retallats al blau del cel mediterrani és com una recàrrega de bateries.

Abans de deixar la província de València creuàvem el riu Serpis, alacantí de naixement i escenari d’infinitat de records d’infantesa al seu pas per Muro, i el cim de La Safor feia d’avantsala a eixa porta d’entrada a Alacant que forma el Massís del Montgó amb la serra d’Alfaro. Deixant enrere el riu Girona i el Gorgos, s’alçaven enfront de nosaltres els últims alts de la Serrella, convertida ja en Xortà a una banda, i a l’altra podiem vore les serres del Ferrer i de Bèrnia, per descobrir imponent, en creuar el riu Algar, el Puig Campana que resguarda al seu darrere el sostre d’Alacant, la serra d’Aitana. I tot açò sense oblidar-nos de la serra de Mariola, la Carrasqueta o el Maigmó, més cap a l’interior.

Quantes vegades hauré circulat per aquesta autopista i mai m’havia parat a mirar a un costat i a l’altre, tal i com vaig fer divendres passat. I mentres gaudia de l’entorn, em vingué al cap una de les meues cançons favorites.

Ací vos la deixe…

Encetem el blog!!

Des de fa temps que em rondava pel cap la idea de crear un blog, però el cert és que per una cosa o altra sempre anava deixant-ho per a més endavant. Per fi m’he decidit i naix hui oficialment El blog de Daniel Català on intentaré anar mostrant a tot aquell que vulga acostar-se a aquesta finestra virtual algunes reflexions, pensaments, vivències o informacions sobre aquells temes que més m’interessen, m’inquieten o que més ocupen el meu temps. Actualment aquestos temes són principalment, els estudis a la U.P.V.  i els moros i cristians i tot allò que envolta a cadascun d’aquestos, aparentment tant diferents aspectes del meu quefer quotidià.

Però açò no vol dir que dins aquest blog no haja lloc per a més coses, de fet, segurament aquells amics que feu l’esforç de perdre alguns minuts del vostre temps en seguir les meues publicacions, trobeu ací dins una mescla heterogènia d’assumptes entre els que, amb sort haja alguna cosa del vostre interés.

Espere que siga així.

Moltes gràcies per avançat